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08 noviembre 2015

Privados cuestionan el poderío chino en las obras bolivianas

La presencia de empresas chinas en los distintos proyectos viales que encara el Gobierno ya es un dolor de cabeza para el empresariado boliviano que observa el poderío asiático y pide más oportunidades para poder participar de los $us 4.729 millones que se están destinando para las 49 obras viales en el territorio nacional.

De acuerdo con los datos del Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes), de los 49 proyectos viales, 11 están en manos de empresas chinas que en su conjunto requieren un financiamiento de $us 745,3 millones, monto que se eleva a $us 808,1 millones, si se toma en cuenta la sociedad que una firma de ese país tiene con una compañía mexicana.

Al respecto, Ronald Nostas, presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), indicó que ven con preocupación cómo el Gobierno en su tarea de mejorar la infraestructura vial del país tiene una mejor sintonía con las empresas extranjeras, en especial con las chinas. Planteó que el Ejecutivo debe trabajar para fortalecer al sector de la construcción boliviana, brindarle oportunidades para participar de las megaobras que se desarrollan en el país.
Nostas sostuvo que si bien las empresas extranjeras, en algunos casos llegan con tecnología nueva de la que el sector puede aprender, las empresas bolivianas tienen la suficiente capacidad técnica y humana para realizar los trabajos que el Gobierno licita.

Desde la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz) detallaron que cinco empresas chinas que trabajan en Bolivia tienen a su cargo obras estatales que están fuera de su especialidad o área principal de negocio.

De las 11 empresas chinas, cinco tienen especialidades en el área nuclear, naval, petrolera, comercial o hidráulica, pero en Bolivia construyen carreteras y puentes.

Las firmas observadas son International Water & Electric Corp., que construye la vía San Ignacio-Puerto Ganadero aunque su actividad principal es la importación y exportación, contratación de obras hidráulicas y eléctricas.

Sinopec International Petroleum construye el puente San Buenaventura, el tramo Comarapa-La Siberia (carretera antigua entre Santa Cruz y Cochabamba) y el puente de la doble vía Yapacaní-Ichilo, aunque su fuerte está en el sector hidrocarburos.

La compañía Harzone Industry Corp. que construye los puentes Beni II y Madre de Dios es la filial de una industria de construcción naval de China y de una empresa militar.
La firma Nuclear Industry Nanjing Construction Co. Ltd. encara la doble vía Caracollo- Confital tramo I y su actividad principal es la nuclear.
En el caso de la empresa China Camce Engineering Co., maneja obras como un tramo de la ferrovía Bulo Bulo-Montero (en Santa Cruz) o el proyecto múltiple Misicuni (en Cochabamba), este último en sociedad con una empresa mexicana; pero su área principal de negocio es el comercio y las inversiones en proyectos, así como la importación y exportación de equipos.

Observaciones y pedidos
Desde Cadecocruz indicaron que algunas de estas empresas, como Sinohydro y China Camce Engineering, enfrentan problemas de tipo laboral y de avance en su cronograma de trabajo.
Sinohydro está a cargo de la construcción del tramo Padilla-El Salto (Chuquisaca) que tendrá una extensión de 49 kilómetros con una inversión de $us 82,2 millones.

En el caso de la empresa China Camce Engineering, que es la encargada de la construcción del tramo I de la ferrovía Bulo Bulo-Montero, el ministro de Obras Públicas, Milton Claros, sostuvo que la firma extranjera no está cumpliendo con los plazos establecidos y que de seguir así el Gobierno está analizando rescindir el contrato como ya lo hizo con la empresa China Railway que era la encargada del tramo II (Yapacaní- Bulo Bulo).

Claros sostuvo que si las empresas no cumplen con lo establecido el Gobierno no tendrá problemas en aplicar la norma y en hacer respetar los contratos que se han firmado.

Otra de las observaciones que hace el empresariado es la forma en como el ministro de Minería, César Navarro, realizó una invitación de manera directa, luego de que la licitación quedará desierta, a la empresa china Sinosteel Equipment para desarrollar el proyecto siderúrgico Mutún.

Para Nostas es clave la transparencia en donde la calidad y los precios deben ser los determinantes en una licitación pública y no los otros factores que no son técnicos y que pueden ser cuestionados

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