12 junio 2017

Sobre la empresa Comvisa



La empresa Construcciones Viales e Hidráulicas S.A.(Convisa), que se adjudicó el aeropuerto de Alcantarí, también fue observada por falencias en la construcción del aeropuerto de Oruro y por el proceso de adjudicación del viaducto Oruro-Vinto.

En febrero de 2014, el asambleísta del Movimiento Sin Miedo (MSM), José Luis Toco, hizo una serie de observaciones a la contratación de Convisa para la construcción del viaducto Oruro-Vinto, pues desde el proceso de licitación hubo modificaciones sin explicación.

En Oruro también hubo problemas de filtración en el techo del aeropuerto “Juan Mendoza”. En agosto de 2013, Convisa fue convocada a rendir un informe sobre las falencias su obra. En una inspección se verificó que la lluvia inundó el aeropuerto por deficiencias en la cubierta.

Actualmente, la empresa ejecuta dos de tres tramos de la ferrovía.

Salqui, una tradición familiar en la construcción



Los esposos César Luis Salinas y María Inés Quispe comenzaron con una ferretería en la Ceja hace 25 años, y hace ocho años consolidaron la Importadora Salqui en una gran infraestructura en El Alto valuada en un millón de dólares.

Salinas es el gerente general y su esposa ocupa la Gerencia de Comercialización de la importadora familiar. Ambos, como muchos emprendimientos, arriesgaron todo para consolidar una empresa ubicada en la carretera a Oruro. Salqui (Salinas Quispe) es una de las más grandes importadoras de acero que está ubicada en una flamante infraestructura de tres pisos, con un campo deportivo, restaurante, cancha de wally, oficinas en cada uno de los departamentos y todas las comodidades para los trabajadores de la empresa.

“Aquí hay un sentido de solidaridad y compañerismo, todos somos una familia”, señaló Salinas en referencia a los más de 70 trabajadores en su planta central. Actualmente cuenta con 12 sucursales en La Paz y El Alto.

La familia Salqui está compuesta por cuatro hijos: María Eugenia Salinas Quispe, (21), Georgina Silvana (19), Inés Catherine (11) y César Fabricio (4). Las dos hijas mayores ya incursionaron en la actividad y trabajan junto a los padres en esta empresa.

“Con César empezamos en este rubro hace 25 años, hemos trabajado lomo a lomo, gracias al esfuerzo que tenemos con él estamos donde estamos”, recordó María Inés, quien es secretaria ejecutiva, pero con los años de trabajo aprendió a manejar toda la comercialización de sus productos.

Salinas también recordó que comenzaron con “un negocio muy pequeño”, pero “ahora nos dedicamos a la venta de material de construcción para obra gruesa: fierros, perfiles, planchas, tubos, clavos, entre otros materiales y nuestro más importante proveedor es Aceros Arequipa”.

La firma peruana es una de las mayores transformadoras del acero en sus plantas de Arequipa y Lima. Bolivia es uno de sus principales mercados, no sólo donde distribuyen su material de construcción, sino también se proveen de la mayor cantidad de chatarra, lo que es enviada a Arequipa y retorna en material transformado.

“El fierro está muy bien posicionado en La Paz y El Alto, por lo menos con el 70% del fierro peruano se construye en estas dos ciudades”, expresó Salinas, quien a la vez es el vicepresidente de The Strongest, su otra pasión.

08 junio 2017

La construcción durante 2017 espera crecer un 8,1%


Si la desaceleración económica llegó al país, el sector de la construcción no se dio por enterado, pues desde 2010 su crecimiento siempre estuvo por encima del Producto Interno Bruto (PIB) del país, llegando en 2013 a crecer un 10,6%, cuando el resultado del PIB alcanzó el 6,8%.

Así, de acuerdo con un estudio del Observatorio Económico de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz), se proyecta que el crecimiento, en un escenario económico nacional de menor demanda del sector, en 2017 será del 8,1%, por arriba de 2016, que fue un 7,8%, mientras el crecimiento del PIB nacional para este año, de acuerdo con el Gobierno, será de un 4,7%.

Carlos Schlink, asesor económico de la Cadecocruz, explicó que la disminución del ritmo de crecimiento del país se debe, especialmente, a la merma de la renta petrolera a causa del menor valor del precio del gas natural que se exporta a Brasil y a Argentina.

Sin embargo, Schlink remarcó que la construcción escapa a esta situación, porque si en 2016 disminuye el crecimiento de la economía a un 4,3%, (en 2015 fue de un 4,9%), la construcción tiene un repunte en su crecimiento del 7,8%, efecto de la dinamización de la banca en la colocación de su cartera crediticia e inversión privada.

En este punto, según Cadecocruz, en 2016, el crecimiento del sector de la construcción lo ha generado el sector privado con un 15,7%, ya que el crecimiento del sector público fue del 5,5%.

Víctor Hugo Figueroa, expresidente del Colegio de Economistas de Bolivia, sostuvo que el impulso, en el desarrollo del país, que realiza la construcción se apoya en los créditos que la banca destina al sector y en la fuerte inversión que el Gobierno realiza para construir carreteras y puentes.

Sobre la generación de puestos de trabajo, Cadecocruz indicó que hasta 2015 unas 473.124 personas se dedicaron a esta actividad y que para 2017 se calcula que llegarán a las 500.000.

El sector de la contrucción genera mayor cantidad de empleos

La Cámara de la Construcción de Santa Cruz presentó cifra de acuerdo a los estudios especializados sobre el comportamiento de la economía aseverando que el sector de la construcción es el que ha tenido mayor crecimiento económico, para este 2017 indican que superarán crecimiento de 8.1% en crecimiento económico, además destacan la evolución del empleo en el sector asegurando que el rubro de la construcción es el que mayor cantidad de empleos genera, ha tenido un incremento del 45% en 2016 puesto que 170 mil personas se sumaron a este rubro.



Carlos Slim, informó: “Según los datos del censo 2012 se tienen un global de personas empleados que se dedican a la construcción es de 302 mil personas; sin embargo, esto ha ido evolucionando de manera positiva y hoy en día 2016 en la construcción alrededor de 473 mil personas están dedicadas específicamente al rubro de la construcción, estas personas han validado en base a una información que el Instituto Nacional de Estadísticas ha empezado a constatar, es decir, ha habido un crecimiento del 45% en estos 5 años donde se proyecta esta cantidad de funcionarios que se dedican a esta área, son cerca de 170 mil personas quienes se han sumado a este rubro”, indicó. Slim detalló: “Por cada fuente de empleo que genera la construcción hay un efecto multiplicador de dos fuentes de empleos que se generan en cualquieras de las actividades económicas donde interactúan la construcción”. Además aseguran que en este sector se ha duplicado la remuneración, vale decir si quienes ganaban en 2010 tres mil, ahora ganan 6 mil bolivianos. “El incremento de la remuneración media nominal la construcción ha sido la mejor que ha desempeñado en estos últimos años, en el 2010 se tenía un monto de 3.100 bolivianos y para el 2016 hemos llegado a los 6.314 bolivianos, es decir, se ha duplicado el salario medio nominal para todos los funcionarios que se dedican al rubro de la construcción”, dijo. El resumen de la construcción ha sido superior al crecimiento de la economía nacional desde el 2010, evidencia que el sector se ha convertido en uno de los fundamentos del crecimiento de la economía nacional. “El crecimiento que ha tenido la construcción desde el año 2005 siempre ha sido superior al Producto Interno Bruto, desde el año 2010 hasta el 2016 en promedio la construcción ha tenido un crecimiento aproximado 9,7% superior al crecimiento promedio del producto interno bruto que ha sido de 5.1%”, dijo. “El Ministerio de Economía y Finanzas Públicas ha hablado que el crecimiento de la economía va 4.8% para esta gestión 2017 y nosotros en base a diversas variables 8% para la gestión 2017, en el 2016 fue de 7.8 y creemos que esta vez los amos a superar”, reiteró. Recalcó que Santa Cruz es un pilar fundamental para el tema de la construcción, participa con un 27% de la totalidad de los funcionarios que hay en Bolivia “que se dedican a la construcción, es decir, hablamos de más de 128 mil funcionarios que trabajan en esta área, de Santa Cruz está concentrando el 47% de los créditos que da la banca a nivel nacional y muchos de estos créditos se canalizan en lo que es la construcción sobre todo en la vivienda social”, dijo.

05 junio 2017

Cuatro causales aumentan el riesgo de muerte en construcción



El crecimiento de la construcción vertical, el incumplimiento de normas, las subcontrataciones y la inexperiencia aumentan el riesgo de lesiones y muerte en las edificaciones. La dirigencia de los obreros calcula que cada mes fallecen al menos tres en el sector.

Datos del Instituto Nacional de Estadística dan cuenta que en los últimos 11 años la construcción ha sido uno de los principales motores de la economía y que en todo ese tiempo registró un crecimiento mayor al del Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia, lo que ha convertido al rubro en el cuarto mayor generador de empleo del mercado nacional.

Esta dinamicidad le proporciona ingresos nada despreciables a quienes realizan esta actividad, pero también los enfrenta a peligros que ponen en juego su vida.

En una escala de 1 a 10, la seguridad en las obras de infraestructura pública y privada del país “tiene un 5; tal vez con proyección a mejorar, pero estamos bastante expuestos en ese tema”, alerta el presidente del Colegio de Ingenieros de Bolivia, Henry Claros.

En respuesta a una solicitud de este medio de información sobre la cantidad de accidentes leves, graves y con muerte que ocurrieron en los últimos cinco años en el sector, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social comunicó que de enero a septiembre de 2016 se registraron “98 accidentes de trabajo” —lo que da un promedio de 10 por mes—, que al momento se están “desarrollando estadísticas” y que aún “no hay nada consolidado” sobre los primeros datos requeridos.

El reporte de esa cartera de Estado da cuenta también que la actividad —que emplea de forma directa a unas 300.000 personas, según la Cámara Boliviana de la Construcción— es el tercer rubro con mayor cantidad de incidentes laborales, le siguen los sectores de industria manufacturera y comercio (1.404) y servicios básicos (299).

Un estudio elaborado en 2014 por la Fundación Boliviana de Seguridad y Salud Ocupacional revela que ese año “murieron en el eje troncal cerca de 70 obreros” que se desempeñaban en esa industria. La mayor construcción de edificios es una de las principales causas. “Cinco de cada 10 muertes de albañiles son por caídas de altura, luego están los casos por electrocución y derrumbes”, advierte Enrique Núñez, presidente de la institución privada.

Una de esas fatalidades ocurrió el 19 de mayo, cuando R. C. M., de 35 años, perdió la vida después de caer del piso 22 de la Casa Grande del Pueblo, el nuevo edificio del Ejecutivo que se construye detrás del Palacio de Gobierno. El hecho se produjo a ocho días de un incidente en ese mismo inmueble, cuando un empleado estuvo a punto de caer del techo mientras realizaba labores de limpieza.

“No tenemos un dato exacto de las muertes en la construcción. Lo que pasa es que estos decesos no se registran ni se denuncian. Cuando hay un accidente con muerte, inmediatamente la parte empleadora negocia con la familia (del fallecido) y esconde el caso”, revela el secretario ejecutivo de la Confederación Sindical de Trabajadores en Construcción de Bolivia, Valerio Ayaviri, quien calcula que “al mes, por lo menos hay tres muertes (en el sector) en todo el país”.

Los incidentes fatales en el rubro ocurren principalmente en empresas edificadoras que subcontratan servicios, según María del Carmen Cáceres, secretaria ejecutiva de la Asociación de Mujeres Constructoras.

“Cuando hay una subcontratación”, explica, “la empresa a cargo del proyecto de infraestructura se desliga totalmente de la responsabilidad de dar a los trabajadores los sistemas de protección establecidos por ley, medidas de resguardo que muchas veces no pueden ser garantizadas por el o la subcontratada, en ocasiones maestros albañiles que desarrollan su labor de forma precaria”.

“Lo penoso es que, luego de haber tenido el accidente, ellos nos culpan o niegan que nos hayan contratado”, agrega.

Javier Espejo, presidente del Colegio de Arquitectos de La Paz, afirma que la seguridad que proporcionan a sus trabajadores las grandes empresas del sector tiene una calificación de 9 sobre 10, la de las medianas 6 y la de los obreros a cargo de edificaciones 3. “Se pide a los maestros albañiles que se pongan un arnés, pero ellos no hacen caso. Pasa el accidente y entonces se inculpa al técnico, al ingeniero o a la empresa”, dice.

Según Ayaviri, “los que más se accidentan son los nuevos”.

Gróver Córdova, secretario ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores en Construcción de Potosí, sostiene que en términos generales al menos 4 de cada 10 accidentes ocurren por “la inexperiencia de nuevos albañiles”, jóvenes que ingresan a la actividad tentados por los ingresos que se pueden percibir en el sector.

“A veces les pasa por hacer rápido” su trabajo; “no se fijan. Por el factor tiempo tampoco se les puede instruir y pasan los accidentes”, lamenta el representante, quien pide también a las empresas del rubro capacitar en seguridad a sus trabajadores.

En el sector, las mujeres ganan un jornal de hasta Bs 130 por día (3.900 al mes) y los hombres uno de Bs 150 (4.500 al mes). Los maestros constructores pueden cobrar hasta Bs 300 por día. “Ganamos más que el mínimo nacional”, afirma Cáceres, quien considera que “todos” quienes se dedican a esta actividad “pueden tener un accidente”.

Un estudio publicado en 2011 por investigadores españoles calcula que en el mundo mueren cada año unas 350.000 personas por accidentes de trabajo, 60.000 de ellas en obras de construcción (17%). Las cifras dan un promedio de un fallecimiento en el sector cada nueve minutos.

Núñez, ingeniero industrial experto en seguridad ocupacional, considera que la legislación en materia de seguridad en la construcción “ha mejorado mucho en este último tiempo” en Bolivia. En una escala del 1 al 10, con las nuevas normativas para proteger a los trabajadores del sector se ha avanzado “de 3 a 6”, sostuvo.

No obstante, Ayaviri sostiene que “las empresas constructoras no cumplen” con la normativa vigente sobre seguridad en el rubro.

En el país, las medidas sobre seguridad y salud en la construcción están insertas en el Decreto 2936 de octubre de 2016, que reglamenta la Ley 545 de julio de 2014, el cual a su vez ratifica el Convenio 167 de la Organización Internacional del Trabajo sobre la protección de los empleados del sector.

“Los empresarios estamos ya proporcionando” la protección debida a los obreros, pero su seguridad “no solo pasa por eso, sino también por concientizarlos para que se cuiden”, menciona Claros.