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25 febrero 2017
Tarija La Cadeco advierte migración de empresas
La crisis económica demuestra ser imparable hasta el momento. La Cámara de la Construcción de Tarija (Cadeco) advierte de la migración de empresas al interior del país, en busca de adjudicaciones de proyectos.
Según el vicepresidente de la Cadeco, Julio Alemán, un 90 por ciento de las constructoras afiliadas a su institución migraron a las ciudades ejes de Bolivia. Atribuyó esta situación a la falta de circulante económico y falta de licitaciones, tanto de la Gobernación, subgobernaciones y gobiernos municipales.
Para el empresario, a raíz de ello se generó un desempleo masivo de profesionales y obreros. Calcula que hubo un 60 por ciento de personas que perdieron sus trabajos.
Advirtió que si hasta marzo no hay una solución se agravará la situación, y desencadenará en un desempleo total y quiebras de empresas. Por ello pidió a la Gobernación agilizar los créditos de la banca privada, también el fideicomiso ofrecido por el Gobierno nacional.
En una anterior entrevista, el presidente de la Cadeco, Marcelo Romero, demostró la situación que atravesaban. Reveló que los empresarios empezaron a vender su maquinaria, incluso a la mitad de precio de lo que adquirieron, para cumplir con las obligaciones ante el Estado, mientras éste les incumple en la cancelación del trabajo que ejecutan. Según Romero, el daño ya está hecho, con desembolsar el dinero no se solucionará la afectación causada, sólo ayudará a paliar lo económico. Lo irreparable es el recurso humano perdido, se fueron a otros espacios laborales. A las empresas les costó años poder capacitarlos, y costarán otros cinco o diez años para tener la clase y calidad de empleados que tenían.
15 febrero 2017
En la construcción hay accidentes recurrentes
Los accidentes laborales ocurren con mayor frecuencia en la construcción, debido a que algunas empresas de este rubro no prevén las medidas de seguridad industrial para evitarlos y proteger a sus trabajadores. Suceden también en el sector fabril, aunque en menor proporción.
Un accidente puede dejar en el obrero incapacidad temporal y, en otros casos, secuelas permanentes, que se clasifican como parciales o totales.
Cuando el accidente deja secuelas permanentes, sean parciales o totales, el trabajador se puede beneficiar con una renta de invalidez, previa valoración y certificado del médico laboral.
La renta se calcula de acuerdo a la valoración que hace el médico de la incapacidad del trabajador que sufrió el accidente. Se le paga mensualmente por invalidez.
Generalmente, se paga el 60 por ciento del salario que percibía el trabajador que sufrió el accidente laboral. El monto no varía si el empleado aportó seis meses o años. Pero, sí se toma en cuenta el total que ganaba.
Para beneficiarse con el pago de una renta mensual, el trabajador debe haber trabajado por lo menos seis meses y aportado ese mismo tiempo a una de las aseguradoras de fondos de pensiones.
Cuando un trabajador está asegurado y sufre un accidente antes de cumplir seis meses de aporte, no recibe la renta, pero sí un pago global. No hay renta de invalidez por más que quede con incapacidad permanente, sea parcial o total.
Cuando la incapacidad es permanente, total o parcial, la empresa debe pagarle una indemnización al trabajador que ha sufrido el accidente, de acuerdo al daño sufrido.
El médico laboral calcula el grado de disfunción que tiene el trabajador y sobre esa base se procede al pago de la indemnización por el miembro perdido. Se trata de un pago único.
Si el accidente deja una secuela temporal, la respectiva caja en la que está asegurado el trabajador se hace cargo de la curación hasta su total rehabilitación.
En el caso de un trabajador que está por un mes en su empleo y sufre un accidente, y a consecuencia de ello fallece, el empleador tiene que pagarle (a sus familiares) 24 sueldos como indemnización, sin tomar en cuenta, en este caso, el tiempo de servicios que tenga el empleado.
En todos estos casos, lo que tiene que hacer el empleador es denunciar el accidente al ente gestor (AFP), al seguro al que esté afiliado el trabajador y a la Dirección Departamental del Trabajo.
SEGURO
Una persona que trabaja cinco días o más debe ser asegurado por su empleador, según establece la ley laboral, sin importar que sea de carácter eventual, temporal, a plazo fijo o contrato indefinido.
No es como dicen muchos empleadores, quienes aseguran que el trabajador debe ser asegurado recién después de tres meses del término de prueba. La ley dice que se lo tiene que asegurar al quinto día para que tenga derecho a la caja y a otros beneficios.
En caso de que un trabajador no haya sido asegurado por negligencia del empleador, y sufre un accidente, este corre con todos los gastos de curación.
Un accidente puede dejar en el obrero incapacidad temporal y, en otros casos, secuelas permanentes, que se clasifican como parciales o totales.
Cuando el accidente deja secuelas permanentes, sean parciales o totales, el trabajador se puede beneficiar con una renta de invalidez, previa valoración y certificado del médico laboral.
La renta se calcula de acuerdo a la valoración que hace el médico de la incapacidad del trabajador que sufrió el accidente. Se le paga mensualmente por invalidez.
Generalmente, se paga el 60 por ciento del salario que percibía el trabajador que sufrió el accidente laboral. El monto no varía si el empleado aportó seis meses o años. Pero, sí se toma en cuenta el total que ganaba.
Para beneficiarse con el pago de una renta mensual, el trabajador debe haber trabajado por lo menos seis meses y aportado ese mismo tiempo a una de las aseguradoras de fondos de pensiones.
Cuando un trabajador está asegurado y sufre un accidente antes de cumplir seis meses de aporte, no recibe la renta, pero sí un pago global. No hay renta de invalidez por más que quede con incapacidad permanente, sea parcial o total.
Cuando la incapacidad es permanente, total o parcial, la empresa debe pagarle una indemnización al trabajador que ha sufrido el accidente, de acuerdo al daño sufrido.
El médico laboral calcula el grado de disfunción que tiene el trabajador y sobre esa base se procede al pago de la indemnización por el miembro perdido. Se trata de un pago único.
Si el accidente deja una secuela temporal, la respectiva caja en la que está asegurado el trabajador se hace cargo de la curación hasta su total rehabilitación.
En el caso de un trabajador que está por un mes en su empleo y sufre un accidente, y a consecuencia de ello fallece, el empleador tiene que pagarle (a sus familiares) 24 sueldos como indemnización, sin tomar en cuenta, en este caso, el tiempo de servicios que tenga el empleado.
En todos estos casos, lo que tiene que hacer el empleador es denunciar el accidente al ente gestor (AFP), al seguro al que esté afiliado el trabajador y a la Dirección Departamental del Trabajo.
SEGURO
Una persona que trabaja cinco días o más debe ser asegurado por su empleador, según establece la ley laboral, sin importar que sea de carácter eventual, temporal, a plazo fijo o contrato indefinido.
No es como dicen muchos empleadores, quienes aseguran que el trabajador debe ser asegurado recién después de tres meses del término de prueba. La ley dice que se lo tiene que asegurar al quinto día para que tenga derecho a la caja y a otros beneficios.
En caso de que un trabajador no haya sido asegurado por negligencia del empleador, y sufre un accidente, este corre con todos los gastos de curación.
Wálter vio la muerte de cerca y pide a la gente ser más solidaria
Wálter tiene 26 años y asegura que ha visto la muerte de cerca. Una descarga eléctrica y una caída desde una altura de seis metros casi le arrebatan la vida.
De contextura delgada y de aproximadamente 1.80 metros, Wálter rememora que la primera imagen que se le vino a la cabeza, cuando recibía la descarga eléctrica, fue la de su hija. Un segundo después pensó en su amigo que había muerto el año pasado.
P. ¿En qué circunstancias ocurrió el accidente?
R. Era un día normal de trabajo en la zona sur. Realizaba mis labores diarias, el tendido de cable para telefonía. Estaba en un poste, cerca de un transformador de media tensión. El accidente comenzó cuando solté un cable.
Como no había nadie, decidí bajarme. Me quité el cinturón de seguridad y, no recuerdo bien, pero empecé a sentir la descarga. No podía mover mis manos ni mi cuerpo. Sentía cómo la corriente pasaba y sonaba en mis oídos. Cómo mi pecho se iba calentando y mi corazón latía más rápido. Empezó a salir humo de mis axilas y mis hombros.
En ese momento, lo primero en lo que pensé fue en mi hija, luego en mi amigo que falleció electrocutado el año pasado, con el que trabajaba en otra empresa. Pensé que realmente él estaba ahí y que me dio un empujón. Percibí que se me nublaba la vista, todo se volvía negro. Perdí la conciencia.
Desperté en el suelo, con un golpe y un dolor en la espalda. Para mí era increíble estar ahí abajo. Me sentía destruido, no me podía mover. Me puse de costado y, finalmente, me boté de pecho porque me dolía la espalda. Vino un amigo y empezó a apagarme porque creo que me estaba quemando. Trajeron agua para echarme, los vecinos empezaron a salir, la gente se aglomeró, pero nadie hacía nada.
Permanecí ahí echado por mucho tiempo, la ambulancia no llegaba.
Un hombre pasó por el lugar, estaba ebrio y su intención era ayudar. Se acercaba, me hablaba y me distrajo un rato. Posteriormente, llegó una patrulla y nos dijo que la ambulancia se había equivocado de lugar y que recién llegaría.
Finalmente, apareció la ambulancia y sin ningún cuidado o delicadeza me agarraron, pidiéndole ayuda al borracho que estaba a mi lado para que ayude a alzarme.
Escuchaba que el transformador había explotado e hizo estragos en la zona. Había un negocio por ahí, salieron personas protestando porque sus equipos se habían quemado.
El viaje al hospital fue terrible. Llegamos a la Caja de la zona sur y mi compañero pedía a los de la ambulancia que me dejaran ahí, pero ellos como soldados entrenados decían: ya estamos llegando (hasta el Hospital Obrero N° 2).
P. ¿Qué lesiones tuviste?
R. Llegué al hospital con lesiones terribles. Tenía quemaduras de primer y segundo grado, una luxación en el tobillo, golpes en los codos y mucho dolor en las costillas. La piel, los brazos y el pecho eran los más dañados. Estaba inmóvil, sin poder caminar y con una sonda.
Pero el momento en el que llegué al hospital, la atención fue increíble. No me esperaba eso de la Caja. Tenía como 20 personas a mi alrededor, curándome. Me realizaron exámenes del corazón, me hicieron diálisis, me revisaron todo. Me embarraron con pomadas y me tomaron radiografías. Por último, me inyectaron calmantes para el dolor y aún así me seguí quejando.
P. ¿Durante qué tiempo estuviste internado?
R. En la Caja Nacional permanecí como una semana y tres días. Insistí al médico para que me dejara ir a mi casa, a las enfermeras para que me saquen la sonda. Me sentía enfermo, no me gusta el hospital.
P. ¿Quién cubrió los gastos médicos?
R. Los gastos médicos fueron cubiertos por el seguro médico. Pero ha sido mi familia la que se movió para realizar todos los papeleos. Lo malo es que en todos los trabajos te dicen que ni bien entras ya te aseguran, pero no fue lo que pasó acá.
Generalmente tres meses son de prueba para que te aseguren. Creo que eso se ha vuelto una tradición, pese a que legalmente no existe para las leyes laborales. Hay tantas injusticias, las dejas pasar y dices no importa, necesito trabajo y lo dejas pasar.
Yo buscaba empleo con seguro porque mi novia está esperando familia. Unos días antes del accidente, ella se puso mal. Sufrió un desprendimiento y estaba delicada y no tenía seguro. Tuvo que moverse para los papeleos del seguro, pese a que recién se estaba recuperando.
P. ¿Te pagó la empresa el sueldo durante el tiempo que duró la baja médica?
R. Sí, pero lo gracioso es que a mí me pagan un sueldo que no me corresponde, de una persona que no hace trabajos en las alturas. Pero, desde el primer día que ingresé a trabajar me subí a los postes como un oficial, no como auxiliar.
Entré a trabajar y de entrada me dieron mi cinturón, escalera y herramientas. Creí que la primera semana me subirían el sueldo, pero no fue así. Por otro lado, ya me descontaban de mi sueldo el seguro y mis AFP, aunque aún no estaba asegurado.
P. ¿A qué atribuyes el accidente?
R. Ha sido un conjunto de cosas. Todos influimos en eso. No hubo un culpable, ha sido un gaje del oficio.
P. ¿Qué aprendiste de lo sucedido? ¿Qué recomendación darías a tus compañeros?
R. Lo he tomado como un último día. Ese día podía haber sido el último. Mañana también podría serlo. En cierto modo he agradecido mucho el estar ahí. El hecho de ver a mi familia fue un golpe duro. Todos se asustaron. Mi familia se sintió muy afectada al verme en ese estado.
Agradezco en la noche y en la mañana. Me despierto y respiro profundo por ese sentimiento de sentirme vivo. Respiro y me duele el pecho, recuerdo y digo gracias, estoy aquí, me puedo mover.
No fue un accidente suave, podía haber tenido peores complicaciones, fracturas, romperme la cabeza, el cuello, el brazo. Fue suerte, mi madre es muy religiosa, mi familia también.
Lo que aprendí de todo esto es agradecer siempre a todas las personas, no dejar discusiones en casa, amigos colgados, favores que puedes hacer y no los haces, creo que ese es el objetivo de estar en sociedad, de vivir en comunidades, estar unidos, trabajar y estar comunicados. Cosa que no ha pasado cuando yo estaba ahí, tirado en el suelo y nadie hizo nada.
Alí también sufrió una descarga
Tiene 24 años y trabaja en la misma empresa de Wálter. Alí sufrió también un accidente laboral.
Había subido a un poste y, por accidente, agarró un cable con energía eléctrica. “Sentí el sonido ensordecedor de la corriente en mis oídos. Mi corazón palpitaba a mil por hora y me quedaba, rápidamente, sin aire en los pulmones”.
Relata que finalmente la vista se le nubló y se desvaneció. Por fortuna estaba asegurado al poste con el cinturón y no cayó al suelo, pero sí se golpeó muy fuerte en la pierna.
En el lugar del golpe tiene una cicatriz grande.
Cuando despertó, bajó rápidamente por la escalera y lo primero que hizo fue respirar poco a poco porque le dolía mucho todo el cuerpo.
A diferencia de su compañero, él no sufrió quemaduras o golpes fuertes en la espalda o en las costillas.
No obstante, le tomó una semana recuperarse totalmente, porque sentía dolor en el pecho y en la espalda.
De contextura delgada y de aproximadamente 1.80 metros, Wálter rememora que la primera imagen que se le vino a la cabeza, cuando recibía la descarga eléctrica, fue la de su hija. Un segundo después pensó en su amigo que había muerto el año pasado.
P. ¿En qué circunstancias ocurrió el accidente?
R. Era un día normal de trabajo en la zona sur. Realizaba mis labores diarias, el tendido de cable para telefonía. Estaba en un poste, cerca de un transformador de media tensión. El accidente comenzó cuando solté un cable.
Como no había nadie, decidí bajarme. Me quité el cinturón de seguridad y, no recuerdo bien, pero empecé a sentir la descarga. No podía mover mis manos ni mi cuerpo. Sentía cómo la corriente pasaba y sonaba en mis oídos. Cómo mi pecho se iba calentando y mi corazón latía más rápido. Empezó a salir humo de mis axilas y mis hombros.
En ese momento, lo primero en lo que pensé fue en mi hija, luego en mi amigo que falleció electrocutado el año pasado, con el que trabajaba en otra empresa. Pensé que realmente él estaba ahí y que me dio un empujón. Percibí que se me nublaba la vista, todo se volvía negro. Perdí la conciencia.
Desperté en el suelo, con un golpe y un dolor en la espalda. Para mí era increíble estar ahí abajo. Me sentía destruido, no me podía mover. Me puse de costado y, finalmente, me boté de pecho porque me dolía la espalda. Vino un amigo y empezó a apagarme porque creo que me estaba quemando. Trajeron agua para echarme, los vecinos empezaron a salir, la gente se aglomeró, pero nadie hacía nada.
Permanecí ahí echado por mucho tiempo, la ambulancia no llegaba.
Un hombre pasó por el lugar, estaba ebrio y su intención era ayudar. Se acercaba, me hablaba y me distrajo un rato. Posteriormente, llegó una patrulla y nos dijo que la ambulancia se había equivocado de lugar y que recién llegaría.
Finalmente, apareció la ambulancia y sin ningún cuidado o delicadeza me agarraron, pidiéndole ayuda al borracho que estaba a mi lado para que ayude a alzarme.
Escuchaba que el transformador había explotado e hizo estragos en la zona. Había un negocio por ahí, salieron personas protestando porque sus equipos se habían quemado.
El viaje al hospital fue terrible. Llegamos a la Caja de la zona sur y mi compañero pedía a los de la ambulancia que me dejaran ahí, pero ellos como soldados entrenados decían: ya estamos llegando (hasta el Hospital Obrero N° 2).
P. ¿Qué lesiones tuviste?
R. Llegué al hospital con lesiones terribles. Tenía quemaduras de primer y segundo grado, una luxación en el tobillo, golpes en los codos y mucho dolor en las costillas. La piel, los brazos y el pecho eran los más dañados. Estaba inmóvil, sin poder caminar y con una sonda.
Pero el momento en el que llegué al hospital, la atención fue increíble. No me esperaba eso de la Caja. Tenía como 20 personas a mi alrededor, curándome. Me realizaron exámenes del corazón, me hicieron diálisis, me revisaron todo. Me embarraron con pomadas y me tomaron radiografías. Por último, me inyectaron calmantes para el dolor y aún así me seguí quejando.
P. ¿Durante qué tiempo estuviste internado?
R. En la Caja Nacional permanecí como una semana y tres días. Insistí al médico para que me dejara ir a mi casa, a las enfermeras para que me saquen la sonda. Me sentía enfermo, no me gusta el hospital.
P. ¿Quién cubrió los gastos médicos?
R. Los gastos médicos fueron cubiertos por el seguro médico. Pero ha sido mi familia la que se movió para realizar todos los papeleos. Lo malo es que en todos los trabajos te dicen que ni bien entras ya te aseguran, pero no fue lo que pasó acá.
Generalmente tres meses son de prueba para que te aseguren. Creo que eso se ha vuelto una tradición, pese a que legalmente no existe para las leyes laborales. Hay tantas injusticias, las dejas pasar y dices no importa, necesito trabajo y lo dejas pasar.
Yo buscaba empleo con seguro porque mi novia está esperando familia. Unos días antes del accidente, ella se puso mal. Sufrió un desprendimiento y estaba delicada y no tenía seguro. Tuvo que moverse para los papeleos del seguro, pese a que recién se estaba recuperando.
P. ¿Te pagó la empresa el sueldo durante el tiempo que duró la baja médica?
R. Sí, pero lo gracioso es que a mí me pagan un sueldo que no me corresponde, de una persona que no hace trabajos en las alturas. Pero, desde el primer día que ingresé a trabajar me subí a los postes como un oficial, no como auxiliar.
Entré a trabajar y de entrada me dieron mi cinturón, escalera y herramientas. Creí que la primera semana me subirían el sueldo, pero no fue así. Por otro lado, ya me descontaban de mi sueldo el seguro y mis AFP, aunque aún no estaba asegurado.
P. ¿A qué atribuyes el accidente?
R. Ha sido un conjunto de cosas. Todos influimos en eso. No hubo un culpable, ha sido un gaje del oficio.
P. ¿Qué aprendiste de lo sucedido? ¿Qué recomendación darías a tus compañeros?
R. Lo he tomado como un último día. Ese día podía haber sido el último. Mañana también podría serlo. En cierto modo he agradecido mucho el estar ahí. El hecho de ver a mi familia fue un golpe duro. Todos se asustaron. Mi familia se sintió muy afectada al verme en ese estado.
Agradezco en la noche y en la mañana. Me despierto y respiro profundo por ese sentimiento de sentirme vivo. Respiro y me duele el pecho, recuerdo y digo gracias, estoy aquí, me puedo mover.
No fue un accidente suave, podía haber tenido peores complicaciones, fracturas, romperme la cabeza, el cuello, el brazo. Fue suerte, mi madre es muy religiosa, mi familia también.
Lo que aprendí de todo esto es agradecer siempre a todas las personas, no dejar discusiones en casa, amigos colgados, favores que puedes hacer y no los haces, creo que ese es el objetivo de estar en sociedad, de vivir en comunidades, estar unidos, trabajar y estar comunicados. Cosa que no ha pasado cuando yo estaba ahí, tirado en el suelo y nadie hizo nada.
Alí también sufrió una descarga
Tiene 24 años y trabaja en la misma empresa de Wálter. Alí sufrió también un accidente laboral.
Había subido a un poste y, por accidente, agarró un cable con energía eléctrica. “Sentí el sonido ensordecedor de la corriente en mis oídos. Mi corazón palpitaba a mil por hora y me quedaba, rápidamente, sin aire en los pulmones”.
Relata que finalmente la vista se le nubló y se desvaneció. Por fortuna estaba asegurado al poste con el cinturón y no cayó al suelo, pero sí se golpeó muy fuerte en la pierna.
En el lugar del golpe tiene una cicatriz grande.
Cuando despertó, bajó rápidamente por la escalera y lo primero que hizo fue respirar poco a poco porque le dolía mucho todo el cuerpo.
A diferencia de su compañero, él no sufrió quemaduras o golpes fuertes en la espalda o en las costillas.
No obstante, le tomó una semana recuperarse totalmente, porque sentía dolor en el pecho y en la espalda.
Cada día hay cuatro accidentes laborales, el 50 por ciento en construcción
Ramiro Martínez Mendoza, un albañil de 33 años, sufrió varias lesiones de gravedad tras caer del cuarto piso de un edificio en el que trabajaba, el 22 de junio de 2016.
El diagnóstico del personal médico de turno del hospital Viedma señalaba en esa oportunidad que el obrero tenía daños severos en los riñones, un traumatismo craneal, policontusiones y una fractura en un dedo de la mano derecha.
Así como sucedió con Ramiro, un promedio de cuatro accidentes laborales ocurren cada día en Cochabamba, informó quien fue jefe departamental de Trabajo hasta el viernes, Vladimir Villarroel.
En la gestión 2016, se registraron 1.607 denuncias de accidentes de trabajo, algunos de ellos con consecuencias fatales. Villarroel estimó que al menos cinco personas perdieron la vida el año pasado.
Agregó que alrededor del 50 por ciento de los accidentes laborales se produce en el rubro de la construcción.
Villarroel argumentó que los obreros que trabajan en la construcción están más expuestos a riesgos laborales porque cumplen sus tareas en las alturas y pueden sufrir caídas.
Con el fin de prevenir las caídas, el obrero que trabaja en altura debe estar asegurado a un cable mediante un arnés, para que pueda desplazarse con el menor riesgo posible de un lado a otro. Sin embargo, muchos constructores no proveen de estos implementos a sus empleados.
En las inspecciones que realiza la Jefatura Departamental de Trabajo, y en las que participó Villarroel, se verificó que muchos de los albañiles que trabajan en altura caminan sin arneses y por tablas que no miden más de 20 centímetros de ancho.
Eso implica, según la autoridad, que un pequeño traspié o la rotura de la tabla de construcción, “que a veces no está en las mejores condiciones”, puede provocar accidentes laborales.
La Central Obrera Departamental (COD) participa en los operativos que organiza la Jefatura Departamental de Trabajo y pudo verificar que “muchas de las empresas no están cumpliendo con la seguridad industrial”.
El secretario Ejecutivo de la COD, Ángel Camacho, precisó que en varias de las empresas que inspeccionaron en 2016 verificaron que los empleadores no entregan ropa de trabajo a los obreros.
“No se dota a los trabajadores de casco, botas, que es lo básico. Algunos albañiles siguen trabajando con abarcas”.
Camacho señaló que el año pasado llegaron, junto con el Ministerio de Trabajo, a por lo menos el 60 por ciento de las empresas de Cochabamba, con el fin de verificar si cumplen o no con las medidas de seguridad industrial.
Adelantó que esta gestión retomarán las inspecciones conjuntas a las empresas, mediante un cronograma, para que todas se adecúen a la Ley General del Trabajo.
El dirigente señaló que la COD no está en contra de los empresarios, sino que pide que cumplan la Ley General del Trabajo con el fin de evitar, en la medida de lo posible, accidentes laborales o enfermedades profesionales.
La COD está a la espera de los resultados de las inspecciones que se hicieron el año pasado, para conocer qué porcentaje de empresas implementa la seguridad industrial. El objetivo es volver a visitarlas para ver si cumplieron con las recomendaciones emitidas por la Jefatura de Trabajo.
Camacho advirtió que cuando ocurre un accidente laboral con secuelas, por ejemplo la muerte, el trabajador deja desamparada a su familia. Y los obreros que sufren mutilaciones no tienen, en muchos casos, dinero para contratar a un abogado e iniciar un proceso que les permita obtener sus beneficios sociales.
El dirigente recordó que una empresa que inicie cualquier obra de construcción debe asegurar a sus trabajadores con el seguro de corto y largo plazo, y dotarles de la ropa de trabajo e implementos de seguridad industrial.
La Federación de Trabajadores Fabriles de Cochabamba realiza también inspecciones a las empresas en las que trabajan sus afiliados para verificar que se cumplan las medidas de seguridad industrial y evitar en lo posible los accidentes laborales.
El secretario Ejecutivo de los fabriles, Mario Céspedes, señaló que para velar por la seguridad de los trabajadores y que haya seguridad en las empresas están vigentes los comités mixtos.
Céspedes puntualizó que las empresas deben capacitar a sus trabajadores en seguridad industrial para que disminuyan los accidentes laborales.
La seguridad laboral tiene que ser tan estricta en las industrias y fábricas que incluso los visitantes tienen que recibir una breve charla sobre seguridad, señaló Céspedes.
El dirigente fabril afirmó que en el rubro de la construcción es donde más accidentes ocurren porque los obreros trabajan en altura y no todos reciben los implementos de seguridad para proteger su integridad física.
“Últimamente vemos que los albañiles se electrocutan, se caen y mueren o quedan con algunas lesiones severas”.
SIN PROTECCIÓN
Martín C., de 19 años, es un albañil que trabaja de lunes a sábado en un edificio céntrico de la ciudad, sin las mínimas medidas de protección.
El joven, padre de una niña de dos años, explica que su trabajo consiste en pasar vigas, ladrillos y preparar la mezcla.
Viste un par de abarcas, un pantalón de tela y una polera con el logotipo del Real Madrid, equipo de fútbol de España.
Martín relata que en al menos un par de oportunidades sufrió golpes en su cabeza por la caída de yeso, y en otras tantas pisó clavos que sobresalían de las maderas que sacaron del encofrado.
El joven señaló que en los tres meses que trabaja en este edificio en construcción nunca le dieron ropa de trabajo y no reclama, porque necesita el empleo para mantener a su niña pequeña.
Otro dato que evidenció la Jefatura Departamental de Trabajo es que al menos el 50 por ciento de las empresas e industrias de Cochabamba no se adecúan a las normas de seguridad industrial, “especialmente si hablamos de la construcción, ellas son las que menos cumplen”.
Villarroel explicó que en las inspecciones realizadas a las construcciones, se pudo verificar que los albañiles trabajan con abarcas, sin ropa adecuada, y están expuestos a pisar clavos que se deja al descubierto en las tablas.
En el rubro de la industria, los inspectores de trabajo pudieron anotar que muchos empleadores no dotan de mascarillas o cascos a sus empleados y que los ambientes no cuentan con señalización para advertir a los trabajadores de sectores con energía eléctrica o lugares donde hay emisión de gases.
Hugo Ponce es carpintero, trabaja desde hace seis años en una carpintería que funciona por la zona de Coña Coña y cada día debe respirar el fino aserrín que se desprende de la madera que labra.
El ebanista afirmó que para él y sus dos compañeros que trabajan en este taller es normal que el propietario no les dé máscaras o protectores auditivos.
En su trabajo diario, Hugo sufre por las astillas que se le incrustan en sus manos, debido a que no tiene guantes para manipular la madera.
Uno de sus compañeros sufrió una lesión en el pie cuando una madera pesada le cayó. Estuvo al menos un par de semanas sin trabajar por el dolor.
En la gestión 2016, la Jefatura Departamental de Trabajo atendió 5.846 denuncias en general (incluidos los accidentes laborales), por el retraso en el pago de los beneficios sociales, aguinaldos y salarios, o discriminación.
CASOS GRAVES
Un albañil recibió una descarga eléctrica de 12 mil voltios cuando trabajaba en el trópico cochabambino. Como consecuencia de este accidente laboral, los médicos tuvieron que amputarle los brazos, por encima de los codos, informó Villarroel.
Las piernas del trabajador fueron también afectadas por la descarga eléctrica, por lo que el albañil de 24 años “quedó prácticamente inutilizado”.
Villarroel señaló, sin entrar en muchos detalles, que el año pasado se produjo el deceso del hijo del dueño de una empresa constructora, “lo que demuestra que no se están tomando los recaudos necesarios de protección”.
Recordó que la Ley General de Higiene y Seguridad Ocupacional y Bienestar establece de manera puntual qué tipo de elementos protectores o ropa de trabajo deben utilizar los trabajadores.
Hace un par de semanas, la Jefatura de Trabajo atendió un caso en el que un obrero de una empresa de Cochabamba estuvo a punto de sufrir lesiones de gravedad, debido a que no tenía la ropa adecuada para efectuar su labor.
La polea de la máquina que operaba el trabajador agarró parte de su ropa suelta y empezó a arrastrarlo. Por fortuna para el obrero, él mismo pudo accionar a tiempo el botón de seguridad y el sistema se detuvo.
“El trabajador tuvo algunas raspaduras y otras heridas menores, pero el accidente pudo haber tenido consecuencias más graves si no se lograba detener la maquinaria”.
Villarroel advierte que a veces los obreros no prestan la atención necesaria cuando realizan sus actividades, motivo por el cual realizan de manera permanente inspecciones laborales y técnicas.
Estas inspecciones tienen la finalidad de exhortar a los trabajadores a prestar más atención en su actividad cotidiana y exigir al empleador que cumpla con todo lo que establece la Ley General del Trabajo y sus reglamentos.
Los empleadores deben, por ejemplo, afiliar a sus trabajadores en el seguro de corto o largo plazo, además de dotarles implementos de trabajo con el fin de protegerlos.
Villarroel puntualizó que la inspección técnica tiene la finalidad de observar las deficiencias que hay en las empresas e industrias y se otorga a los responsables un plazo para que las subsanen.
El plazo que se otorga al empleador, dependiendo de la deficiencia técnica, es de 20 a 50 días, para que subsane las observaciones.
Si cuando se realiza una nueva inspección se advierten las mismas deficiencias, el Ministerio de Trabajo aplica sanciones económicas.
En Cambio, la inspección laboral otorga plazos más cortos y el cumplimiento de las observaciones debe ser inmediata.
En la inspección laboral, según explicación de Villarroel, se verifica si el empleador cumple con la filiación de los trabajadores al seguro de corto o largo plazo,la provisión de ropa de trabajo y el beneficio de la lactancia para las mujeres gestantes. El Ministerio de Trabajo exige que se subsanen las observaciones en 24 horas.
COMITÉS MIXTOS
Para que se cumpla la Ley General de Higiene y Seguridad Ocupacional y Bienestar, Villarroel destacó que funcionan los Comités Mixtos, los cuales, en su percepción, son los brazos operativos que buscan evitar los accidentes laborales.
El Comité Mixto tiene la atribución de exigir a los empleadores que se dote a los empleados de elementos de protección en sus puestos de trabajo.
Máscaras para evitar los gases o micropartículas, lentes, protectores auditivos, cascos, botas de seguridad son algunos de los implementos que los empresarios deben entregar a los trabajadores para prevenir accidentes.
La función del Ministerio de Trabajo, por mandato de la Constitución Política del Estado, es de velar por el cumplimiento pleno y cabal de las leyes laborales.
Villarroel hizo referencia al artículo 50 de la Carta Magna que señala que “el Estado, mediante tribunales y organismos administrativos especializados, resolverá todos los conflictos emergentes de las relaciones laborales entre empleadores y trabajadores, incluidos los de la seguridad industrial y los de la seguridad social”.
¿QUÉ HACER?
Cuando ocurre un accidente laboral, el empleador debe denunciar (dar parte) del mismo al Ministerio de Trabajo y a la Administradora de Fondo de Pensiones correspondiente para evitar una posible sanción económica.
Villarroel explicó que las AFP facilitan los formularios en los que se debe reportar el accidente.
En caso de que el trabajador no esté asegurado, el empleador debe correr con el 100 por ciento de todos los gastos incurridos.
SANCIONES
Las empresas que incumplen las normas de la Ley General del Trabajo y sus reglamentos son sancionadas con multas económicas, pero todo depende del número de su número de trabajadores.
Una empresa que tiene entre 1 y 10 empleados es sancionada con 1.000 bolivianos cuando comete una infracción.
Si la compañía tiene 20 trabajadores, la multa es de 2.000 bolivianos.
La multa puede llegar hasta 10 mil bolivianos por cada infracción si la empresa sancionada tiene más de 100 trabajadores.
Y si una empresa recibe 10 infracciones, la multa puede ascender a 100 mil bolivianos.
Comité Mixto
Los sindicatos conforman los Comités Mixtos de Seguridad Industrial para velar por el bienestar de los trabajadores.
1.607
Accidentes laborales
La Jefatura Departamental de Trabajo atendió el año pasado en Cochabamba 1.607 denuncias de accidentes de trabajo, según información proporcionada por Vladimir Villarroel.
Esto equivale a 4.4 accidentes por día.
El diagnóstico del personal médico de turno del hospital Viedma señalaba en esa oportunidad que el obrero tenía daños severos en los riñones, un traumatismo craneal, policontusiones y una fractura en un dedo de la mano derecha.
Así como sucedió con Ramiro, un promedio de cuatro accidentes laborales ocurren cada día en Cochabamba, informó quien fue jefe departamental de Trabajo hasta el viernes, Vladimir Villarroel.
En la gestión 2016, se registraron 1.607 denuncias de accidentes de trabajo, algunos de ellos con consecuencias fatales. Villarroel estimó que al menos cinco personas perdieron la vida el año pasado.
Agregó que alrededor del 50 por ciento de los accidentes laborales se produce en el rubro de la construcción.
Villarroel argumentó que los obreros que trabajan en la construcción están más expuestos a riesgos laborales porque cumplen sus tareas en las alturas y pueden sufrir caídas.
Con el fin de prevenir las caídas, el obrero que trabaja en altura debe estar asegurado a un cable mediante un arnés, para que pueda desplazarse con el menor riesgo posible de un lado a otro. Sin embargo, muchos constructores no proveen de estos implementos a sus empleados.
En las inspecciones que realiza la Jefatura Departamental de Trabajo, y en las que participó Villarroel, se verificó que muchos de los albañiles que trabajan en altura caminan sin arneses y por tablas que no miden más de 20 centímetros de ancho.
Eso implica, según la autoridad, que un pequeño traspié o la rotura de la tabla de construcción, “que a veces no está en las mejores condiciones”, puede provocar accidentes laborales.
La Central Obrera Departamental (COD) participa en los operativos que organiza la Jefatura Departamental de Trabajo y pudo verificar que “muchas de las empresas no están cumpliendo con la seguridad industrial”.
El secretario Ejecutivo de la COD, Ángel Camacho, precisó que en varias de las empresas que inspeccionaron en 2016 verificaron que los empleadores no entregan ropa de trabajo a los obreros.
“No se dota a los trabajadores de casco, botas, que es lo básico. Algunos albañiles siguen trabajando con abarcas”.
Camacho señaló que el año pasado llegaron, junto con el Ministerio de Trabajo, a por lo menos el 60 por ciento de las empresas de Cochabamba, con el fin de verificar si cumplen o no con las medidas de seguridad industrial.
Adelantó que esta gestión retomarán las inspecciones conjuntas a las empresas, mediante un cronograma, para que todas se adecúen a la Ley General del Trabajo.
El dirigente señaló que la COD no está en contra de los empresarios, sino que pide que cumplan la Ley General del Trabajo con el fin de evitar, en la medida de lo posible, accidentes laborales o enfermedades profesionales.
La COD está a la espera de los resultados de las inspecciones que se hicieron el año pasado, para conocer qué porcentaje de empresas implementa la seguridad industrial. El objetivo es volver a visitarlas para ver si cumplieron con las recomendaciones emitidas por la Jefatura de Trabajo.
Camacho advirtió que cuando ocurre un accidente laboral con secuelas, por ejemplo la muerte, el trabajador deja desamparada a su familia. Y los obreros que sufren mutilaciones no tienen, en muchos casos, dinero para contratar a un abogado e iniciar un proceso que les permita obtener sus beneficios sociales.
El dirigente recordó que una empresa que inicie cualquier obra de construcción debe asegurar a sus trabajadores con el seguro de corto y largo plazo, y dotarles de la ropa de trabajo e implementos de seguridad industrial.
La Federación de Trabajadores Fabriles de Cochabamba realiza también inspecciones a las empresas en las que trabajan sus afiliados para verificar que se cumplan las medidas de seguridad industrial y evitar en lo posible los accidentes laborales.
El secretario Ejecutivo de los fabriles, Mario Céspedes, señaló que para velar por la seguridad de los trabajadores y que haya seguridad en las empresas están vigentes los comités mixtos.
Céspedes puntualizó que las empresas deben capacitar a sus trabajadores en seguridad industrial para que disminuyan los accidentes laborales.
La seguridad laboral tiene que ser tan estricta en las industrias y fábricas que incluso los visitantes tienen que recibir una breve charla sobre seguridad, señaló Céspedes.
El dirigente fabril afirmó que en el rubro de la construcción es donde más accidentes ocurren porque los obreros trabajan en altura y no todos reciben los implementos de seguridad para proteger su integridad física.
“Últimamente vemos que los albañiles se electrocutan, se caen y mueren o quedan con algunas lesiones severas”.
SIN PROTECCIÓN
Martín C., de 19 años, es un albañil que trabaja de lunes a sábado en un edificio céntrico de la ciudad, sin las mínimas medidas de protección.
El joven, padre de una niña de dos años, explica que su trabajo consiste en pasar vigas, ladrillos y preparar la mezcla.
Viste un par de abarcas, un pantalón de tela y una polera con el logotipo del Real Madrid, equipo de fútbol de España.
Martín relata que en al menos un par de oportunidades sufrió golpes en su cabeza por la caída de yeso, y en otras tantas pisó clavos que sobresalían de las maderas que sacaron del encofrado.
El joven señaló que en los tres meses que trabaja en este edificio en construcción nunca le dieron ropa de trabajo y no reclama, porque necesita el empleo para mantener a su niña pequeña.
Otro dato que evidenció la Jefatura Departamental de Trabajo es que al menos el 50 por ciento de las empresas e industrias de Cochabamba no se adecúan a las normas de seguridad industrial, “especialmente si hablamos de la construcción, ellas son las que menos cumplen”.
Villarroel explicó que en las inspecciones realizadas a las construcciones, se pudo verificar que los albañiles trabajan con abarcas, sin ropa adecuada, y están expuestos a pisar clavos que se deja al descubierto en las tablas.
En el rubro de la industria, los inspectores de trabajo pudieron anotar que muchos empleadores no dotan de mascarillas o cascos a sus empleados y que los ambientes no cuentan con señalización para advertir a los trabajadores de sectores con energía eléctrica o lugares donde hay emisión de gases.
Hugo Ponce es carpintero, trabaja desde hace seis años en una carpintería que funciona por la zona de Coña Coña y cada día debe respirar el fino aserrín que se desprende de la madera que labra.
El ebanista afirmó que para él y sus dos compañeros que trabajan en este taller es normal que el propietario no les dé máscaras o protectores auditivos.
En su trabajo diario, Hugo sufre por las astillas que se le incrustan en sus manos, debido a que no tiene guantes para manipular la madera.
Uno de sus compañeros sufrió una lesión en el pie cuando una madera pesada le cayó. Estuvo al menos un par de semanas sin trabajar por el dolor.
En la gestión 2016, la Jefatura Departamental de Trabajo atendió 5.846 denuncias en general (incluidos los accidentes laborales), por el retraso en el pago de los beneficios sociales, aguinaldos y salarios, o discriminación.
CASOS GRAVES
Un albañil recibió una descarga eléctrica de 12 mil voltios cuando trabajaba en el trópico cochabambino. Como consecuencia de este accidente laboral, los médicos tuvieron que amputarle los brazos, por encima de los codos, informó Villarroel.
Las piernas del trabajador fueron también afectadas por la descarga eléctrica, por lo que el albañil de 24 años “quedó prácticamente inutilizado”.
Villarroel señaló, sin entrar en muchos detalles, que el año pasado se produjo el deceso del hijo del dueño de una empresa constructora, “lo que demuestra que no se están tomando los recaudos necesarios de protección”.
Recordó que la Ley General de Higiene y Seguridad Ocupacional y Bienestar establece de manera puntual qué tipo de elementos protectores o ropa de trabajo deben utilizar los trabajadores.
Hace un par de semanas, la Jefatura de Trabajo atendió un caso en el que un obrero de una empresa de Cochabamba estuvo a punto de sufrir lesiones de gravedad, debido a que no tenía la ropa adecuada para efectuar su labor.
La polea de la máquina que operaba el trabajador agarró parte de su ropa suelta y empezó a arrastrarlo. Por fortuna para el obrero, él mismo pudo accionar a tiempo el botón de seguridad y el sistema se detuvo.
“El trabajador tuvo algunas raspaduras y otras heridas menores, pero el accidente pudo haber tenido consecuencias más graves si no se lograba detener la maquinaria”.
Villarroel advierte que a veces los obreros no prestan la atención necesaria cuando realizan sus actividades, motivo por el cual realizan de manera permanente inspecciones laborales y técnicas.
Estas inspecciones tienen la finalidad de exhortar a los trabajadores a prestar más atención en su actividad cotidiana y exigir al empleador que cumpla con todo lo que establece la Ley General del Trabajo y sus reglamentos.
Los empleadores deben, por ejemplo, afiliar a sus trabajadores en el seguro de corto o largo plazo, además de dotarles implementos de trabajo con el fin de protegerlos.
Villarroel puntualizó que la inspección técnica tiene la finalidad de observar las deficiencias que hay en las empresas e industrias y se otorga a los responsables un plazo para que las subsanen.
El plazo que se otorga al empleador, dependiendo de la deficiencia técnica, es de 20 a 50 días, para que subsane las observaciones.
Si cuando se realiza una nueva inspección se advierten las mismas deficiencias, el Ministerio de Trabajo aplica sanciones económicas.
En Cambio, la inspección laboral otorga plazos más cortos y el cumplimiento de las observaciones debe ser inmediata.
En la inspección laboral, según explicación de Villarroel, se verifica si el empleador cumple con la filiación de los trabajadores al seguro de corto o largo plazo,la provisión de ropa de trabajo y el beneficio de la lactancia para las mujeres gestantes. El Ministerio de Trabajo exige que se subsanen las observaciones en 24 horas.
COMITÉS MIXTOS
Para que se cumpla la Ley General de Higiene y Seguridad Ocupacional y Bienestar, Villarroel destacó que funcionan los Comités Mixtos, los cuales, en su percepción, son los brazos operativos que buscan evitar los accidentes laborales.
El Comité Mixto tiene la atribución de exigir a los empleadores que se dote a los empleados de elementos de protección en sus puestos de trabajo.
Máscaras para evitar los gases o micropartículas, lentes, protectores auditivos, cascos, botas de seguridad son algunos de los implementos que los empresarios deben entregar a los trabajadores para prevenir accidentes.
La función del Ministerio de Trabajo, por mandato de la Constitución Política del Estado, es de velar por el cumplimiento pleno y cabal de las leyes laborales.
Villarroel hizo referencia al artículo 50 de la Carta Magna que señala que “el Estado, mediante tribunales y organismos administrativos especializados, resolverá todos los conflictos emergentes de las relaciones laborales entre empleadores y trabajadores, incluidos los de la seguridad industrial y los de la seguridad social”.
¿QUÉ HACER?
Cuando ocurre un accidente laboral, el empleador debe denunciar (dar parte) del mismo al Ministerio de Trabajo y a la Administradora de Fondo de Pensiones correspondiente para evitar una posible sanción económica.
Villarroel explicó que las AFP facilitan los formularios en los que se debe reportar el accidente.
En caso de que el trabajador no esté asegurado, el empleador debe correr con el 100 por ciento de todos los gastos incurridos.
SANCIONES
Las empresas que incumplen las normas de la Ley General del Trabajo y sus reglamentos son sancionadas con multas económicas, pero todo depende del número de su número de trabajadores.
Una empresa que tiene entre 1 y 10 empleados es sancionada con 1.000 bolivianos cuando comete una infracción.
Si la compañía tiene 20 trabajadores, la multa es de 2.000 bolivianos.
La multa puede llegar hasta 10 mil bolivianos por cada infracción si la empresa sancionada tiene más de 100 trabajadores.
Y si una empresa recibe 10 infracciones, la multa puede ascender a 100 mil bolivianos.
Comité Mixto
Los sindicatos conforman los Comités Mixtos de Seguridad Industrial para velar por el bienestar de los trabajadores.
1.607
Accidentes laborales
La Jefatura Departamental de Trabajo atendió el año pasado en Cochabamba 1.607 denuncias de accidentes de trabajo, según información proporcionada por Vladimir Villarroel.
Esto equivale a 4.4 accidentes por día.
Nuevas tendencias en construcción de casas para 2017
Los hogares evolucionan junto con sus habitantes, pero las tendencias no cambian de un momento a otro como en el mundo del vestuario. En el diseño de interiores puede ocurrir año a año. Pero en la construcción de viviendas, el compás de espera es mucho más lento y difícil de definir.
Del 10 al 12 de enero pasado, como todos los años, se realizó el International Builders Show (IBS) en Orlando, Estados Unidos, donde la industria de la construcción y de la vivienda de varios países se reunió para presentar a constructores, arquitectos, desarrolladores y distribuidores, asimismo, avanzados diseños, tecnologías, productos y servicios en la industria, los que marcaran sin duda las tendencias en construcción de casas este año. Éstas son algunas de las novedades
* Estilos más modernos. El diseño de casas se caracterizará por líneas más “limpias” o rectas, y más espacios abiertos.
* Ventanas gigantes y paredes de vidrio plegables. Largas láminas de vidrio se abrirán a amplios “decks”, priorizando la apertura y la iluminación natural de los espacios, según un comunicado de la compañía Marvin Family of Brands, presente en el evento.
* Nuevos colores. Para el diseño, predominarán los tonos gamuza, metálicos (armamentísticos), arcilla y bronce liberty. Una paleta de colores a prueba del tiempo y neutral, capaz de combinarse con una multiplicidad de estilos.
* Baños con duchas amplias. Poco a poco, se dejarán de lado los lujosos baños en tinas, que gastan una cantidad mucho más grande de agua que una regadera. Por eso, se ampliará este espacio para hacerlo más confortable.
* Cocinas, comedores y salas abiertas. “Abierto” es la palabra clave de las nuevas casas, en concordancia con una nueva forma de vida desestructurada. La gente querrá estar conectada, y no encerrada en la cocina. Por eso también, la predominancia de grandes ventanas y espacios vidriados.
* Cocinas “sociables”. El blanco sobre blanco transformará estos espacios en paraísos terrenales, y los hará parecer más grandes. Habrá zonas conectadas para preparar comida, servirla y sociabilizar, señala el sitio Proud Green Home.
* Más apertura, pero no mayor tamaño. Puede que parezca que los hogares de este año serán enormes. Nada de eso: una casa bien diseñada puede crear esa sensación de amplitud, con espacios abiertos, paredes blancas, y ventanas y puertas deslizantes vidriadas.
* Áreas de esparcimiento. La apertura mencionada no chocará con la necesidad que todos tenemos de estar un rato en soledad. Por eso, los diseñadores incorporan espacios para alejarse, como rincones de lectura o salas de juegos.
* Puertas que se abren directamente al “living”. Ya no habrá que pasar por un “hall” o vestíbulo antes de sentarse a conversar en la sala de estar. Hoy, los constructores optan por entradas directas a este espacio desde el exterior de la casa.
* Un baño para él y otro para ella. La apertura mencionada no sacrifica la privacidad. Si antes los baños de la pareja eran compartidos, hoy la tendencia impone “toilettes” separados y privados.
* Conexión con la naturaleza. Este año será difícil distinguir entre el afuera y el adentro. La idea es que los patios y “decks” se conviertan en salas de estar expandidas. Abundarán las cocinas externas y salas con chimenea conectadas con el entorno natural.
Casas inteligentes
Por otra parte también se puede destacar la automatización del hogar, que se ha convertido en una tendencia creciente en el campo de la construcción en los últimos años. Cada año nuevas empresas despliegan todo su arsenal tecnológico para ayudar a los propietarios a tener una mejor gestión y control de su propiedad.
Lo que estamos viendo es que las empresas tratan de atender las necesidades que las personas nunca pensaron que tenían en el hogar. Los nuevos dispositivos entran y salen del mercado con una facilidad increíble.
La domótica puede reducir las facturas de energía y hacer que su casa sea más segura, pero con la actualización constante de las tecnologías, no se han ofrecido históricamente un sólido retorno de la inversión.
Por esa razón, estas tendencias para la construcción del nuevo hogar pueden tardar un poco más en implementarse de forma masiva.
Ni siquiera las ventanas son inmunes a la creciente popularidad de la domótica. Por ejemplo, los datos muestran que las ventanas son aproximadamente un 25 por ciento más eficientes energéticamente cuando están bloqueadas.
Imagine obtener un recordatorio para cerrar o bloquear sus ventanas para ahorrar en sus facturas de energía. Esa clase de información enviada de vuelta a un dueño de casa podría ser una tendencia realmente interesante.
La eficiencia energética seguirá siendo una tendencia en las ventanas. El acristalamiento puede ser el próximo desarrollo, ya que muchos fabricantes están intentando evaluar la mejor manera de aprovechar una tecnología que ha sido de uso exclusivo para que sea universal.
14 febrero 2017
Mosocon, una empresa con amplia experiencia en la construcción y soluciones integrales
Módulos Soluciones Constructivas (Mosocon) fue fundada el 27 de septiembre de 2011 en la ciudad de Cochabamba, después se convirtió en la Empresa Constructora Comercial & Servicios.
En estos cinco años de trabajo, la empresa ha diversificado sus actividades siempre en el rubro de la construcción, a la vanguardia en el uso de materiales y técnicas. Hoy ofrece servicios de diseño arquitectónico, construcción de obras, elaboración de costos y presupuestos, cálculo estructural e importación de material de construcción. Para ello cuenta con un equipo de profesionales y técnicos, que trabajan para la satisfacción total del cliente final.
Desde su creación hasta la fecha, Mosocon ha desarrollado muchos contratos de construcción, entre ellos el Banco Nacional de Bolivia, el Banco Unión, el Fondo de la Comunidad, Duralit, Casa Ideas, Salón Velatorio Concordia, la Universidad Central (Unicen), el Hospital México, Perfumería y Spa Lilian, el Centro Empresarial Magnus, Monopol, la cadena de supermercados HiperMaxi, la sede de la Unión de Naciones Sudamericanas Unasur. Además de varios edificios y condominios, viviendas unifamiliares, salones de eventos y templos.
“La empresa ofrece un servicio integral; es decir, obra vendida en cualquiera de los ítems que requieren los clientes, pero también sólo de mano de obra e instalaciones, informó el gerente general de Mosocon, el arquitecto Guido Espejo Cortez.
XIZI ascensores Industria 4.0
Una nueva tecnología se perfila en el mercado boliviano con la incursión de equipos de primera línea que acompañan el crecimiento de la construcción de edificios en nuestro medio.
Itin Ingeniería S.R.L., una empresa pujante e innovadora; analizando la demanda insatisfecha de equipos robustos y de primera calidad, logra abrirse espacio en el mercado de equipos de transporte vertical, con equipos de alta robustez, alta velocidad y de última generación.
XIZI elevator adopta la industria 4.0 (industria inteligente o Ciberindustria), inteligencia artificial Cloud Computing a la producción y gestión.
XIZI elevator, empresa manufacturera asiática, es fabricante de todos los equipos y componentes de ascensores, escaleras eléctricas, montacoches, montacamas, ascensores panorámicos y rampas mecánicas.
Equipos con certificación del Sistema de gestión de calidad ISO9001, sistema de gestión medioambiental ISO14001, Sistema de Gestión de Seguridad y Salud Laboral OHSAS18001, Certificado de admisión al mercado europeo CE, Certificado de admisión al mercado de América del Norte CSA.
Itin Ingeniería, en poco tiempo ha logrado ser aliado estratégico de Xizi elevator, siendo el único agente oficial autorizado para la venta, instalación y conservación de los equipos a ser provistos en Bolivia.
Itin Ingeniería S.R.L., una empresa pujante e innovadora; analizando la demanda insatisfecha de equipos robustos y de primera calidad, logra abrirse espacio en el mercado de equipos de transporte vertical, con equipos de alta robustez, alta velocidad y de última generación.
XIZI elevator adopta la industria 4.0 (industria inteligente o Ciberindustria), inteligencia artificial Cloud Computing a la producción y gestión.
XIZI elevator, empresa manufacturera asiática, es fabricante de todos los equipos y componentes de ascensores, escaleras eléctricas, montacoches, montacamas, ascensores panorámicos y rampas mecánicas.
Equipos con certificación del Sistema de gestión de calidad ISO9001, sistema de gestión medioambiental ISO14001, Sistema de Gestión de Seguridad y Salud Laboral OHSAS18001, Certificado de admisión al mercado europeo CE, Certificado de admisión al mercado de América del Norte CSA.
Itin Ingeniería, en poco tiempo ha logrado ser aliado estratégico de Xizi elevator, siendo el único agente oficial autorizado para la venta, instalación y conservación de los equipos a ser provistos en Bolivia.
Todo para mueblistas Placacentro Masisa Cochabamba
Placacentro Masisa Cochabamba es el centro especialista que concentra en un solo lugar todo para el carpintero, mueblista, diseñador y todo el público relacionado con muebles.
Donde los clientes pueden encontrar tableros de madera aglomerada MDP, tableros MDF, multilaminados, madera pino aserrada, tableros de pino, molduras de pino, pisos flotantes de industria alemana, herramientas de industria sueca Rapid, herramientas Stanly, todo tipo de accesorios para el armado de muebles y mucho más.
Además, en Placacentro se ofrece servicios de calidad como optimización de corte, cortes a medida, enchapado de cantos, perforación de bisagras y corte circular.
Placacentro Masisa Cochabamba forma parte de la red de tiendas especializadas para el carpintero y mueblista más grande de Latinoamérica, que posee más de 330 tiendas en 11 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
Importadora IBERE Única representante de pinturas y solventes Natrielli
La empresa Ibere, dedicada a la importación y comercialización de pinturas para construcciones desde el año 1999, decidió este año diversificar sus actividades para seguir creciendo. A partir de 2017, será representante exclusiva a nivel nacional del adhesivo plástico de la marca Ibere y de los solventes y pinturas producidos por la brasileña Natrielli Química.
La importadora, establecida en la ciudad de Cochabamba, nació en 1999 como una iniciativa de su propietario Guido Habermann como una tienda exclusiva para la comercialización de pinturas inmobiliarias destinadas al servicio de la construcción.
En 2004, la empresa amplía sus actividades y se dedica a la distribución de complementos automotivos de la marca más antigua del mercado boliviano: Ibere y su principal producto, su masa plástica, posesionándose como la marca líder del mercado automotriz desde entonces hasta hoy.
El año 2011, la importadora Ibere da otro paso importante e incursiona en la importación de productos de la marca brasilera Natrielli, de su línea de pinturas, barniz, pigmentos, así como de solventes: thinner y aguarrás, removedor de pintura.
Este año la empresa decidió apostar a la importación de otros productos más, entre ellos la masa plástica Ibere para cerrajería, mármol, cerámica, calaminas y otras superficies.
La empresa distribuye los productos por mayor y menor.
La importadora, establecida en la ciudad de Cochabamba, nació en 1999 como una iniciativa de su propietario Guido Habermann como una tienda exclusiva para la comercialización de pinturas inmobiliarias destinadas al servicio de la construcción.
En 2004, la empresa amplía sus actividades y se dedica a la distribución de complementos automotivos de la marca más antigua del mercado boliviano: Ibere y su principal producto, su masa plástica, posesionándose como la marca líder del mercado automotriz desde entonces hasta hoy.
El año 2011, la importadora Ibere da otro paso importante e incursiona en la importación de productos de la marca brasilera Natrielli, de su línea de pinturas, barniz, pigmentos, así como de solventes: thinner y aguarrás, removedor de pintura.
Este año la empresa decidió apostar a la importación de otros productos más, entre ellos la masa plástica Ibere para cerrajería, mármol, cerámica, calaminas y otras superficies.
La empresa distribuye los productos por mayor y menor.
Construcción en seco rapidez, limpieza y eficacia
Para levantar la casa o para renovarla, la construcción en seco se afianza como opción. Hasta hace un tiempo, la construcción en seco era sólo una tendencia que se aplicaba a unos pocos elementos. Hoy, con la innovación de materiales y la tecnología empleada en ellos, es una alternativa que está ganando terreno.
Así, su gran aplicación obedece a soluciones parciales (no integrales) en cielorrasos y tabiquería, donde cobran mayor importancia los revestimientos de placas de roca de yeso (gypsumboard) sobre perfiles metálicos. Gradualmente, encontramos materiales renovados, piezas nuevas y con excelentes propiedades aislantes contra la humedad y resistentes al fuego, que indican un crecimiento considerable en construcciones de viviendas y locales comerciales en Cochabamba.
¿Qué es construcción en seco? El arquitecto Guido Espejo, gerente general de Mosocon, empresa constructora especializada en el uso de este sistema en Cochabamba, explica que es un conjunto de técnicas constructivas de vanguardia, ampliamente utilizadas en otros países, que permiten ejecutar cualquier tipo de construcción en forma mucho más rápida, económica, segura y confortable, obteniendo calidades y costos finales, comparables a la mejor construcción tradicional.
Este sistema de construcción resuelve hoy los requerimientos especiales para el diseño de edificios modernos y recibe amplia aceptación en arquitectura comercial, industrial, hospitalaria, educacional y de viviendas multifamiliares en las cuales se requieren ciertas características que este sistema ofrece, destaca Espejo.
Agrega que la construcción en seco tiene por objeto sustituir por elementos secos o prefabricados, la mayor cantidad de componentes húmedos que tradicionalmente conforman una obra, como ser hormigón armado, los morteros de cal, cemento, yeso, la mampostería y todo material que condicione con su tiempo de fraguado, el rápido avance de la obra.
La construcción en seco tiene varias ventajas, señala el profesional, entre ellas confort, durabilidad, menor costo, rapidez en obra, poco o ningún escombro, adecuada aislación, flexibilidad de diseño, calidad de terminación, simpleza en la construcción, nada de arena, cal, ladrillos, etc.
Así, su gran aplicación obedece a soluciones parciales (no integrales) en cielorrasos y tabiquería, donde cobran mayor importancia los revestimientos de placas de roca de yeso (gypsumboard) sobre perfiles metálicos. Gradualmente, encontramos materiales renovados, piezas nuevas y con excelentes propiedades aislantes contra la humedad y resistentes al fuego, que indican un crecimiento considerable en construcciones de viviendas y locales comerciales en Cochabamba.
¿Qué es construcción en seco? El arquitecto Guido Espejo, gerente general de Mosocon, empresa constructora especializada en el uso de este sistema en Cochabamba, explica que es un conjunto de técnicas constructivas de vanguardia, ampliamente utilizadas en otros países, que permiten ejecutar cualquier tipo de construcción en forma mucho más rápida, económica, segura y confortable, obteniendo calidades y costos finales, comparables a la mejor construcción tradicional.
Este sistema de construcción resuelve hoy los requerimientos especiales para el diseño de edificios modernos y recibe amplia aceptación en arquitectura comercial, industrial, hospitalaria, educacional y de viviendas multifamiliares en las cuales se requieren ciertas características que este sistema ofrece, destaca Espejo.
Agrega que la construcción en seco tiene por objeto sustituir por elementos secos o prefabricados, la mayor cantidad de componentes húmedos que tradicionalmente conforman una obra, como ser hormigón armado, los morteros de cal, cemento, yeso, la mampostería y todo material que condicione con su tiempo de fraguado, el rápido avance de la obra.
La construcción en seco tiene varias ventajas, señala el profesional, entre ellas confort, durabilidad, menor costo, rapidez en obra, poco o ningún escombro, adecuada aislación, flexibilidad de diseño, calidad de terminación, simpleza en la construcción, nada de arena, cal, ladrillos, etc.
08 febrero 2017
80% de construcciones en La Paz no cumple requisitos
Al menos, el 80% de las construcciones en la ciudad de La Paz estaría fuera de norma, la urbanización Verde Olivo no es la excepción, según el concejal Isaac Fernández, secretario de la Comisión de Planificación y Gestión Territorial, las acciones de fiscalización municipal no son suficientes.
La autoridad edil señaló que la legalidad sobre el derecho propietario de inmuebles es la mayor dificultad, inclusive trámites de sucesiones hereditarias que demoran décadas impiden ordenar la legalidad de un importante porcentaje de construcciones.
En relación con la urbanización Verde Olivo, Fernández aseguró que la comuna hubiera seguido un proceso técnico administrativo que evidenciaría deficiencias en la documentación, al no contar con los requisitos pertinentes la Policía Boliviana debiera asumir la responsabilidad por lo ocurrido.
“Esto pasa por la irresponsabilidad de quienes construyen sin tener autorización. Una institución tan importante como la Policía Boliviana no cumple la normativa del gobierno municipal”, declaró el concejal Fernández, luego de señalar que la afectación con el deslizamiento de Huani Huanuni no se reduce a una casa, sino a bloques que involucran la vida de varias familias.
Señaló que la Comisión de la cual es miembro solicitará al Secretaría Municipal de Gestión de Riesgos los informes respectivos acerca de los aspectos geológicos, así como a la Dirección de Administración Territorial, a fin de saber en qué estado se encuentra el trámite referido a la aprobación de su planimetría.
Una de las mayores complicaciones tiene que ver con la legalidad, sobre la propiedad de los predios, que en la mayoría de los casos no tiene planos aprobados y otros relativos a la cesión de terrenos en favor de la Alcaldía para el equipamiento, refirió en el caso concreto de proyectos de vivienda de la Policía Boliviana.
POLÍTICAS PREVENTIVAS
Por su parte, el conejal de oposición, Jorge Silva, señaló que gran parte de las construcciones no cuentan con planos de construcción, no están emplazadas dentro de una planimetría.
La autoridad edil refirió que estudios geológicos revelan que más del 36% de áreas construidas en la ciudad de La Paz se encuentran en zonas de riesgo, al igual que el área paralela a Huanu Huanuni. “Esa señal debiera ser suficiente para que la Alcaldía realice obras de prevención”, afirmó.
Silva dijo que a pesar de un deslizamiento anterior en la misma zona habría puesto en evidencia la falta de acciones preventivas por parte de la Alcaldía. Recordó el dramático deslizamiento ocurrido en Callapa, febrero de 2011, atribuyendo tal hecho también a la falta de inversión en la estabilización de suelos.
“Se cae Callapa e invierten cerca de Bs 200 mil para recuperar la zona afectada, lo propio ocurrió con Huanu Huanuni, cuando los trabajos deben hacerse antes de tener estos resultados. Desde el momento en que el ciudadano paga sus impuestos debe recibir atención municipal. Son ciudadanos que están cumpliendo con su obligación de pagar sus impuestos”, señaló.
Sostuvo que la urbanización Verde Olivio, debe solicitar su incorporación dentro del polígono de intervención en Huanu Huanuni. “En el aspecto legal existen los suficientes elementos y posibilidades para subsanar esas deficiencias para poder acceder a obras de atención por parte de la Alcaldía”.
En criterio de Silva, la comuna no tendría políticas de acciones de prevención, sino de reacción de emergencia. “Esos millones que se gastan en emergencias deberían invertirse en obras de asentamiento de suelos”, afirmó.
IMPUESTOS
Por su parte, Danilsa Saravia y Virginia Rodríguez, afectadas de los bloques 3 y 17 de la urbanización Verde Olivio, señalaron que los adjudicatarios pagan impuestos municipales por inmuebles Bs 1.200 anuales por cada departamento, generando un total de Bs 200 mil que no se invierten en obras ni mejoras en el área.
En criterio de los copropietarios, el pago de sus impuestos deben ser reinvertidos en el acondicionamiento de los terrenos y servicios, toda vez que no tendrían atención en aseo urbano, a pesar del descuento en la factura por energía eléctrica, pagarían doble factura en el suministro de agua potable, una global por la urbanización y otra individual, por cada departamento.
Señalaron que los costos generados por la falta de supervisión tanto en las obras como en la legalidad de la edificación deben correr por parte de Covipol y la Alcaldía.
La autoridad edil señaló que la legalidad sobre el derecho propietario de inmuebles es la mayor dificultad, inclusive trámites de sucesiones hereditarias que demoran décadas impiden ordenar la legalidad de un importante porcentaje de construcciones.
En relación con la urbanización Verde Olivo, Fernández aseguró que la comuna hubiera seguido un proceso técnico administrativo que evidenciaría deficiencias en la documentación, al no contar con los requisitos pertinentes la Policía Boliviana debiera asumir la responsabilidad por lo ocurrido.
“Esto pasa por la irresponsabilidad de quienes construyen sin tener autorización. Una institución tan importante como la Policía Boliviana no cumple la normativa del gobierno municipal”, declaró el concejal Fernández, luego de señalar que la afectación con el deslizamiento de Huani Huanuni no se reduce a una casa, sino a bloques que involucran la vida de varias familias.
Señaló que la Comisión de la cual es miembro solicitará al Secretaría Municipal de Gestión de Riesgos los informes respectivos acerca de los aspectos geológicos, así como a la Dirección de Administración Territorial, a fin de saber en qué estado se encuentra el trámite referido a la aprobación de su planimetría.
Una de las mayores complicaciones tiene que ver con la legalidad, sobre la propiedad de los predios, que en la mayoría de los casos no tiene planos aprobados y otros relativos a la cesión de terrenos en favor de la Alcaldía para el equipamiento, refirió en el caso concreto de proyectos de vivienda de la Policía Boliviana.
POLÍTICAS PREVENTIVAS
Por su parte, el conejal de oposición, Jorge Silva, señaló que gran parte de las construcciones no cuentan con planos de construcción, no están emplazadas dentro de una planimetría.
La autoridad edil refirió que estudios geológicos revelan que más del 36% de áreas construidas en la ciudad de La Paz se encuentran en zonas de riesgo, al igual que el área paralela a Huanu Huanuni. “Esa señal debiera ser suficiente para que la Alcaldía realice obras de prevención”, afirmó.
Silva dijo que a pesar de un deslizamiento anterior en la misma zona habría puesto en evidencia la falta de acciones preventivas por parte de la Alcaldía. Recordó el dramático deslizamiento ocurrido en Callapa, febrero de 2011, atribuyendo tal hecho también a la falta de inversión en la estabilización de suelos.
“Se cae Callapa e invierten cerca de Bs 200 mil para recuperar la zona afectada, lo propio ocurrió con Huanu Huanuni, cuando los trabajos deben hacerse antes de tener estos resultados. Desde el momento en que el ciudadano paga sus impuestos debe recibir atención municipal. Son ciudadanos que están cumpliendo con su obligación de pagar sus impuestos”, señaló.
Sostuvo que la urbanización Verde Olivio, debe solicitar su incorporación dentro del polígono de intervención en Huanu Huanuni. “En el aspecto legal existen los suficientes elementos y posibilidades para subsanar esas deficiencias para poder acceder a obras de atención por parte de la Alcaldía”.
En criterio de Silva, la comuna no tendría políticas de acciones de prevención, sino de reacción de emergencia. “Esos millones que se gastan en emergencias deberían invertirse en obras de asentamiento de suelos”, afirmó.
IMPUESTOS
Por su parte, Danilsa Saravia y Virginia Rodríguez, afectadas de los bloques 3 y 17 de la urbanización Verde Olivio, señalaron que los adjudicatarios pagan impuestos municipales por inmuebles Bs 1.200 anuales por cada departamento, generando un total de Bs 200 mil que no se invierten en obras ni mejoras en el área.
En criterio de los copropietarios, el pago de sus impuestos deben ser reinvertidos en el acondicionamiento de los terrenos y servicios, toda vez que no tendrían atención en aseo urbano, a pesar del descuento en la factura por energía eléctrica, pagarían doble factura en el suministro de agua potable, una global por la urbanización y otra individual, por cada departamento.
Señalaron que los costos generados por la falta de supervisión tanto en las obras como en la legalidad de la edificación deben correr por parte de Covipol y la Alcaldía.
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