la palabra geoide significa “forma de la tierra” y fue introducida por Listing en el año 1873. El geoide es un esferoide tridimensional que constituye una superficie equipotencial imaginaria que resulta de suponer la superficies de los océanos en reposo y prolongada por debajo de los continentes y que seria la superficie de equilibrio de las masas oceánicas sometidas a la acción gravitatoria y a la de la fuerza centrifuga ocasionada por la rotación y traslación del planeta, de manera que la dirección de la gravedad es perpendicular en todos los lugares.
El geoide tiene en cuenta las anomalías gravimétrica (debidas a la distribución de masas continentales y a la densidad de los componentes de la tierra) y el achatamiento de los polos, por el cual es una superficie irregular con protuberancias y depresiones.
Por tanto y resumiendo podemos concluir que el geoide será el lugar geométrico de los puntos que se encuentran en equilibrio bajo la acción de las siguientes solicitaciones:
Fuerzas de atracción gravitatorias del resto de los puntos de la superficie del mismo.
Fuerzas de atracción gravitatoria del resto de los astros del sistema solar.
Fuerza centrifuga, debida al movimiento de rotación de la tierra.
Mediante el estudio de estas solicitaciones o fuerzas y los potenciales que las mismas producen es posible llegar a la definición geométrica del geoide.
Para la correcta definición del geoide es necesario establecer el concepto de nivel medio del mar, en contra posición con el que podríamos llamar nivel instantáneo, pues la superficie real de los mares no se adaptan con exactitud al geoide, debido a la existencia de mareas y corrientes.
Por lo tanto, podríamos definir al geoide como la superficie equipotencial que se corresponde con el nivel medio de los océanos, la desigualdad de la distribución de las masas continentales, así como la densidad variable de los materiales que componen nuestro planeta, hacen que el geoide no sea una superficie regular y que, en cambio, presente protuberancias y depresiones, apartándose de la superficie regular media en desniveles que alcanzan hasta los ±`100 m.
Para establecer el origen del geoide como una superficie de referencia para las alturas, el nivel del agua del océano se registra en áreas costeras utilizando aparatos registradores de marea (mareógrafos), y se promedia para períodos largos, idealmente unos 19 años. El nivel medio del mar así obtenido representa una aproximación al geoide (hasta 1999).
El geoide tiene en cuenta las anomalías gravimétrica (debidas a la distribución de masas continentales y a la densidad de los componentes de la tierra) y el achatamiento de los polos, por el cual es una superficie irregular con protuberancias y depresiones.
Por tanto y resumiendo podemos concluir que el geoide será el lugar geométrico de los puntos que se encuentran en equilibrio bajo la acción de las siguientes solicitaciones:
Fuerzas de atracción gravitatorias del resto de los puntos de la superficie del mismo.
Fuerzas de atracción gravitatoria del resto de los astros del sistema solar.
Fuerza centrifuga, debida al movimiento de rotación de la tierra.
Mediante el estudio de estas solicitaciones o fuerzas y los potenciales que las mismas producen es posible llegar a la definición geométrica del geoide.
Para la correcta definición del geoide es necesario establecer el concepto de nivel medio del mar, en contra posición con el que podríamos llamar nivel instantáneo, pues la superficie real de los mares no se adaptan con exactitud al geoide, debido a la existencia de mareas y corrientes.
Por lo tanto, podríamos definir al geoide como la superficie equipotencial que se corresponde con el nivel medio de los océanos, la desigualdad de la distribución de las masas continentales, así como la densidad variable de los materiales que componen nuestro planeta, hacen que el geoide no sea una superficie regular y que, en cambio, presente protuberancias y depresiones, apartándose de la superficie regular media en desniveles que alcanzan hasta los ±`100 m.
Para establecer el origen del geoide como una superficie de referencia para las alturas, el nivel del agua del océano se registra en áreas costeras utilizando aparatos registradores de marea (mareógrafos), y se promedia para períodos largos, idealmente unos 19 años. El nivel medio del mar así obtenido representa una aproximación al geoide (hasta 1999).
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