Ramiro Martínez Mendoza, un albañil de 33 años, sufrió varias lesiones de gravedad tras caer del cuarto piso de un edificio en el que trabajaba, el 22 de junio de 2016.
El diagnóstico del personal médico de turno del hospital Viedma señalaba en esa oportunidad que el obrero tenía daños severos en los riñones, un traumatismo craneal, policontusiones y una fractura en un dedo de la mano derecha.
Así como sucedió con Ramiro, un promedio de cuatro accidentes laborales ocurren cada día en Cochabamba, informó quien fue jefe departamental de Trabajo hasta el viernes, Vladimir Villarroel.
En la gestión 2016, se registraron 1.607 denuncias de accidentes de trabajo, algunos de ellos con consecuencias fatales. Villarroel estimó que al menos cinco personas perdieron la vida el año pasado.
Agregó que alrededor del 50 por ciento de los accidentes laborales se produce en el rubro de la construcción.
Villarroel argumentó que los obreros que trabajan en la construcción están más expuestos a riesgos laborales porque cumplen sus tareas en las alturas y pueden sufrir caídas.
Con el fin de prevenir las caídas, el obrero que trabaja en altura debe estar asegurado a un cable mediante un arnés, para que pueda desplazarse con el menor riesgo posible de un lado a otro. Sin embargo, muchos constructores no proveen de estos implementos a sus empleados.
En las inspecciones que realiza la Jefatura Departamental de Trabajo, y en las que participó Villarroel, se verificó que muchos de los albañiles que trabajan en altura caminan sin arneses y por tablas que no miden más de 20 centímetros de ancho.
Eso implica, según la autoridad, que un pequeño traspié o la rotura de la tabla de construcción, “que a veces no está en las mejores condiciones”, puede provocar accidentes laborales.
La Central Obrera Departamental (COD) participa en los operativos que organiza la Jefatura Departamental de Trabajo y pudo verificar que “muchas de las empresas no están cumpliendo con la seguridad industrial”.
El secretario Ejecutivo de la COD, Ángel Camacho, precisó que en varias de las empresas que inspeccionaron en 2016 verificaron que los empleadores no entregan ropa de trabajo a los obreros.
“No se dota a los trabajadores de casco, botas, que es lo básico. Algunos albañiles siguen trabajando con abarcas”.
Camacho señaló que el año pasado llegaron, junto con el Ministerio de Trabajo, a por lo menos el 60 por ciento de las empresas de Cochabamba, con el fin de verificar si cumplen o no con las medidas de seguridad industrial.
Adelantó que esta gestión retomarán las inspecciones conjuntas a las empresas, mediante un cronograma, para que todas se adecúen a la Ley General del Trabajo.
El dirigente señaló que la COD no está en contra de los empresarios, sino que pide que cumplan la Ley General del Trabajo con el fin de evitar, en la medida de lo posible, accidentes laborales o enfermedades profesionales.
La COD está a la espera de los resultados de las inspecciones que se hicieron el año pasado, para conocer qué porcentaje de empresas implementa la seguridad industrial. El objetivo es volver a visitarlas para ver si cumplieron con las recomendaciones emitidas por la Jefatura de Trabajo.
Camacho advirtió que cuando ocurre un accidente laboral con secuelas, por ejemplo la muerte, el trabajador deja desamparada a su familia. Y los obreros que sufren mutilaciones no tienen, en muchos casos, dinero para contratar a un abogado e iniciar un proceso que les permita obtener sus beneficios sociales.
El dirigente recordó que una empresa que inicie cualquier obra de construcción debe asegurar a sus trabajadores con el seguro de corto y largo plazo, y dotarles de la ropa de trabajo e implementos de seguridad industrial.
La Federación de Trabajadores Fabriles de Cochabamba realiza también inspecciones a las empresas en las que trabajan sus afiliados para verificar que se cumplan las medidas de seguridad industrial y evitar en lo posible los accidentes laborales.
El secretario Ejecutivo de los fabriles, Mario Céspedes, señaló que para velar por la seguridad de los trabajadores y que haya seguridad en las empresas están vigentes los comités mixtos.
Céspedes puntualizó que las empresas deben capacitar a sus trabajadores en seguridad industrial para que disminuyan los accidentes laborales.
La seguridad laboral tiene que ser tan estricta en las industrias y fábricas que incluso los visitantes tienen que recibir una breve charla sobre seguridad, señaló Céspedes.
El dirigente fabril afirmó que en el rubro de la construcción es donde más accidentes ocurren porque los obreros trabajan en altura y no todos reciben los implementos de seguridad para proteger su integridad física.
“Últimamente vemos que los albañiles se electrocutan, se caen y mueren o quedan con algunas lesiones severas”.
SIN PROTECCIÓN
Martín C., de 19 años, es un albañil que trabaja de lunes a sábado en un edificio céntrico de la ciudad, sin las mínimas medidas de protección.
El joven, padre de una niña de dos años, explica que su trabajo consiste en pasar vigas, ladrillos y preparar la mezcla.
Viste un par de abarcas, un pantalón de tela y una polera con el logotipo del Real Madrid, equipo de fútbol de España.
Martín relata que en al menos un par de oportunidades sufrió golpes en su cabeza por la caída de yeso, y en otras tantas pisó clavos que sobresalían de las maderas que sacaron del encofrado.
El joven señaló que en los tres meses que trabaja en este edificio en construcción nunca le dieron ropa de trabajo y no reclama, porque necesita el empleo para mantener a su niña pequeña.
Otro dato que evidenció la Jefatura Departamental de Trabajo es que al menos el 50 por ciento de las empresas e industrias de Cochabamba no se adecúan a las normas de seguridad industrial, “especialmente si hablamos de la construcción, ellas son las que menos cumplen”.
Villarroel explicó que en las inspecciones realizadas a las construcciones, se pudo verificar que los albañiles trabajan con abarcas, sin ropa adecuada, y están expuestos a pisar clavos que se deja al descubierto en las tablas.
En el rubro de la industria, los inspectores de trabajo pudieron anotar que muchos empleadores no dotan de mascarillas o cascos a sus empleados y que los ambientes no cuentan con señalización para advertir a los trabajadores de sectores con energía eléctrica o lugares donde hay emisión de gases.
Hugo Ponce es carpintero, trabaja desde hace seis años en una carpintería que funciona por la zona de Coña Coña y cada día debe respirar el fino aserrín que se desprende de la madera que labra.
El ebanista afirmó que para él y sus dos compañeros que trabajan en este taller es normal que el propietario no les dé máscaras o protectores auditivos.
En su trabajo diario, Hugo sufre por las astillas que se le incrustan en sus manos, debido a que no tiene guantes para manipular la madera.
Uno de sus compañeros sufrió una lesión en el pie cuando una madera pesada le cayó. Estuvo al menos un par de semanas sin trabajar por el dolor.
En la gestión 2016, la Jefatura Departamental de Trabajo atendió 5.846 denuncias en general (incluidos los accidentes laborales), por el retraso en el pago de los beneficios sociales, aguinaldos y salarios, o discriminación.
CASOS GRAVES
Un albañil recibió una descarga eléctrica de 12 mil voltios cuando trabajaba en el trópico cochabambino. Como consecuencia de este accidente laboral, los médicos tuvieron que amputarle los brazos, por encima de los codos, informó Villarroel.
Las piernas del trabajador fueron también afectadas por la descarga eléctrica, por lo que el albañil de 24 años “quedó prácticamente inutilizado”.
Villarroel señaló, sin entrar en muchos detalles, que el año pasado se produjo el deceso del hijo del dueño de una empresa constructora, “lo que demuestra que no se están tomando los recaudos necesarios de protección”.
Recordó que la Ley General de Higiene y Seguridad Ocupacional y Bienestar establece de manera puntual qué tipo de elementos protectores o ropa de trabajo deben utilizar los trabajadores.
Hace un par de semanas, la Jefatura de Trabajo atendió un caso en el que un obrero de una empresa de Cochabamba estuvo a punto de sufrir lesiones de gravedad, debido a que no tenía la ropa adecuada para efectuar su labor.
La polea de la máquina que operaba el trabajador agarró parte de su ropa suelta y empezó a arrastrarlo. Por fortuna para el obrero, él mismo pudo accionar a tiempo el botón de seguridad y el sistema se detuvo.
“El trabajador tuvo algunas raspaduras y otras heridas menores, pero el accidente pudo haber tenido consecuencias más graves si no se lograba detener la maquinaria”.
Villarroel advierte que a veces los obreros no prestan la atención necesaria cuando realizan sus actividades, motivo por el cual realizan de manera permanente inspecciones laborales y técnicas.
Estas inspecciones tienen la finalidad de exhortar a los trabajadores a prestar más atención en su actividad cotidiana y exigir al empleador que cumpla con todo lo que establece la Ley General del Trabajo y sus reglamentos.
Los empleadores deben, por ejemplo, afiliar a sus trabajadores en el seguro de corto o largo plazo, además de dotarles implementos de trabajo con el fin de protegerlos.
Villarroel puntualizó que la inspección técnica tiene la finalidad de observar las deficiencias que hay en las empresas e industrias y se otorga a los responsables un plazo para que las subsanen.
El plazo que se otorga al empleador, dependiendo de la deficiencia técnica, es de 20 a 50 días, para que subsane las observaciones.
Si cuando se realiza una nueva inspección se advierten las mismas deficiencias, el Ministerio de Trabajo aplica sanciones económicas.
En Cambio, la inspección laboral otorga plazos más cortos y el cumplimiento de las observaciones debe ser inmediata.
En la inspección laboral, según explicación de Villarroel, se verifica si el empleador cumple con la filiación de los trabajadores al seguro de corto o largo plazo,la provisión de ropa de trabajo y el beneficio de la lactancia para las mujeres gestantes. El Ministerio de Trabajo exige que se subsanen las observaciones en 24 horas.
COMITÉS MIXTOS
Para que se cumpla la Ley General de Higiene y Seguridad Ocupacional y Bienestar, Villarroel destacó que funcionan los Comités Mixtos, los cuales, en su percepción, son los brazos operativos que buscan evitar los accidentes laborales.
El Comité Mixto tiene la atribución de exigir a los empleadores que se dote a los empleados de elementos de protección en sus puestos de trabajo.
Máscaras para evitar los gases o micropartículas, lentes, protectores auditivos, cascos, botas de seguridad son algunos de los implementos que los empresarios deben entregar a los trabajadores para prevenir accidentes.
La función del Ministerio de Trabajo, por mandato de la Constitución Política del Estado, es de velar por el cumplimiento pleno y cabal de las leyes laborales.
Villarroel hizo referencia al artículo 50 de la Carta Magna que señala que “el Estado, mediante tribunales y organismos administrativos especializados, resolverá todos los conflictos emergentes de las relaciones laborales entre empleadores y trabajadores, incluidos los de la seguridad industrial y los de la seguridad social”.
¿QUÉ HACER?
Cuando ocurre un accidente laboral, el empleador debe denunciar (dar parte) del mismo al Ministerio de Trabajo y a la Administradora de Fondo de Pensiones correspondiente para evitar una posible sanción económica.
Villarroel explicó que las AFP facilitan los formularios en los que se debe reportar el accidente.
En caso de que el trabajador no esté asegurado, el empleador debe correr con el 100 por ciento de todos los gastos incurridos.
SANCIONES
Las empresas que incumplen las normas de la Ley General del Trabajo y sus reglamentos son sancionadas con multas económicas, pero todo depende del número de su número de trabajadores.
Una empresa que tiene entre 1 y 10 empleados es sancionada con 1.000 bolivianos cuando comete una infracción.
Si la compañía tiene 20 trabajadores, la multa es de 2.000 bolivianos.
La multa puede llegar hasta 10 mil bolivianos por cada infracción si la empresa sancionada tiene más de 100 trabajadores.
Y si una empresa recibe 10 infracciones, la multa puede ascender a 100 mil bolivianos.
Comité Mixto
Los sindicatos conforman los Comités Mixtos de Seguridad Industrial para velar por el bienestar de los trabajadores.
1.607
Accidentes laborales
La Jefatura Departamental de Trabajo atendió el año pasado en Cochabamba 1.607 denuncias de accidentes de trabajo, según información proporcionada por Vladimir Villarroel.
Esto equivale a 4.4 accidentes por día.
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